Cuando se necesita a una cuidadora de personas mayores en casa, es conveniente mantener una mentalidad abierta y flexible con la cuidadora externa o interna. Ayudar a personas mayores a través de la solución del cuidado domiciliario es un trabajo en equipo, incluso después de contratar a una cuidadora. Orden, planificación y gestión son esenciales para que la experiencia sea todo un éxito.
Cuidado domiciliario: así es la ayuda para cuidar personas mayores en casa
Uno de los principales motivos por los que las familias se deciden a contratar a una cuidadora de personas mayores es porque no disponen de tiempo suficiente para desempeñar estas tareas. El cuidado domiciliario es una estupenda solución para garantizar que las personas mayores o dependientes disponen de la asistencia necesaria en el momento adecuado.
Cuidar de personas mayores en casa con ayuda de una cuidadora profesional implica un trabajo de planificación previa en el que se debe tener en cuenta:
- Conocimiento de las necesidades reales y particulares de cada persona, atendiendo a su estado de salud, su grado de dependencia y sus posibles limitaciones.
- División de responsabilidades que permita definir muy bien cuáles son las tareas que debe desempeñar la cuidadora interna o externa.
- Establecimiento de rutinas diarias para las personas mayores (aseo, comidas, paseos, ocio…) que permitan organizar el día en torno a actividades que fomenten su autonomía y su autoconfianza.
- Reservar un espacio para la promoción de las relaciones sociales y familiares de manera que el adulto mayor se sienta siempre integrado en su entorno.
¿Cómo organizar los horarios con una cuidadora de personas mayores?
Gracias a la presencia de una cuidadora de personas mayores, quienes necesitan asistencia pueden estar atendidos durante todo el día. Para ello no siempre es necesario contar con una cuidadora interna las 24 horas. Un buen trabajo de planificación entre la familia y una cuidadora externa también puede dar muy buenos resultados cuando se coordinan bien los horarios.
Para cuidar de personas mayores en su domicilio y con todas las garantías, es conveniente planificar muy bien la jornada y los horarios de las cuidadoras y los familiares. Estos tips te ayudarán a garantizar la máxima cobertura asistencial durante el día:
- Determinar las horas en las que la persona mayor pasa más tiempo sola en su domicilio para contratar una cuidadora en esas franjas del día.
- Identificar cuáles son aquellas tareas en las que el adulto mayor necesita especial asistencia (vestirse, asearse, comer…) para cuadrarlas con los horarios de cuidado domiciliario.
- Organizar los desplazamientos fuera del hogar con suficiente tiempo de antelación para que la persona mayor siempre disponga de un acompañante.
- Planificar visitas con la familia para que a lo largo de la semana siempre haya espacio para mantener el contacto personal más estrecho.
Consejos para una cuidadora de personas mayores que acaba de incorporarse
Los comienzos son siempre complicados. Aunque esté muy claro que el objetivo es ayudar a las personas mayores promoviendo la salud y la calidad de vida, el cuidado domiciliario supone un gran reto para todas las personas implicadas.
Desde Cuidum queremos ofrecerte algunos consejos prácticos para cuando empieces a cuidar a personas mayores en casa:
- Mostrarse respetuoso y empático, pero también diligente. La voluntad de servir no siempre consiste en acatar los deseos de la persona a cargo, sino en convencerla de qué es lo mejor para ella.
- Tomar pequeños descansos de 10-15 minutos a lo largo del día. Algunas jornadas pueden resultar especialmente intensas y una pequeña pausa ayudará a mantener el equilibrio.
- Mantener una buena comunicación no solo con la persona a cargo sino con la familia. Esto ayudará a conocer mejor el carácter de la persona mayor y a manejar mejor los momentos más complicados.
- Buscar ayuda profesional en cuanto se detecten los primeros síntomas del síndrome del cuidador (desgaste físico y emocional provocado por el agotamiento).
La correcta gestión del trabajo de una cuidadora de personas mayores no solo favorece a una buena relación con las personas a su cargo y sus familiares: también es una garantía de salud para el profesional. El cuidado domiciliario es un trabajo exigente desde el punto de vista físico y emocional. En Cuidum también promovemos el autocuidado de nuestras cuidadoras internas y externas: para ayudar a las personas mayores es imprescindible cuidar de una misma.