Los tiempos de crisis suponen un aumento de la violencia hacia mujeres. Desde los desastres climáticos hasta la pandemia de Covid-19, cualquier factor que suponga una desestabilización del equilibrio social es también un disparador del maltrato en mujeres. En medio de este escenario tan sensible, la violencia de género en mujeres mayores es una realidad que pasa inadvertida.
Día de la eliminación de la violencia contra la mujer
El 25 de noviembre de 1960, tres hermanas activistas (las hermanas Mirabal) morían asesinadas por el régimen de Rafael Trujillo en la República Dominicana. Habría que esperar hasta 1999 para que se reconociese ese día como una fecha destacada en la lucha contra el maltrato en mujeres.
Desde esa fecha, el 25 de noviembre es sinónimo de reivindicación por todas aquellas mujeres que han sufrido violencia de género. En la actualidad, y según las cifras proporcionadas por las Naciones Unidas, 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido algún tipo de acoso a lo largo de su vida.
El Día internacional de la violencia contra la mujer es un llamamiento a la prevención y a la eliminación de estas conductas. Una jornada que sirve para dar voz a las miles de mujeres que han sufrido violencia de género, para alertar a la población de esta realidad y para reclamar políticas sociales que ayuden a erradicar la violencia hacia las mujeres.
Violencia de género en mujeres mayores: el problema de la doble discriminación
Entre 1999 y 2020, en España fueron asesinadas 164 mujeres mayores de 60 años, víctimas de la violencia en mujeres. No en vano, según los datos estadísticos del Ministerio de Igualdad, las mujeres sexagenarias representan el 13 % de las víctimas de maltrato en mujeres en nuestro país.
La prevalencia de la violencia en mujeres es mayor entre personas jóvenes en lo que a exparejas se refiere. Sin embargo, no se puede obviar que un alto porcentaje de mujeres mayores de 65 años han sido maltratadas a lo largo de su vida por sus actuales parejas sin saber siquiera que eran víctimas de violencia de género.
Manifestaciones de la violencia hacia mujeres de edad avanzada
Uno de los principales problemas a la hora de plantear la eliminación de la violencia contra la mujer es que muchas veces la víctima no se reconoce como tal. Es un rasgo especialmente característico en la violencia hacia mujeres mayores de 65 años.
A lo largo de la historia, aspectos como la obediencia dentro del matrimonio o las estructuras sociales patriarcales han provocado una normalización de las situaciones de violencia de género. En la actualidad estas situaciones se pueden identificar con mayor claridad en presencia de alguna de estas circunstancias:
- Violencia psicológica: control, celos, miedo, amenazas, humillación, anulación de la identidad, aislamiento social de la mujer.
- Violencia física: malos tratos, sometimiento, asesinato.
- Violencia sexual: acciones degradantes o humillantes para obligar a la realización de alguna práctica sexual.nº3
- Violencia económica: privación intencionada del acceso a los recursos económicos compartidos, utilizar el dinero como castigo o penalización y temor a quedar en la indigencia.
El edadismo y el maltrato en mujeres de edad avanzada
El 25 de noviembre la violencia contra la mujer cobra un especial protagonismo. Es el momento de recordar a todas las personas que luchan a diario por erradicar este problema, sin olvidar que existen determinados grupos de población especialmente vulnerables.
La violencia de género en mujeres mayores es una problemática de doble cara. Por un lado, están las dificultades económicas y sociales que incitan a que el ocultamiento de la violencia sufrida sea algo habitual. La mayoría de las mujeres que han sufrido violencia de género a edades avanzadas son víctimas de sus parejas de toda la vida. Es por ello que temen abandonar el matrimonio o el hogar, o que incluso se ven incapaces de encontrar otra alternativa.
Por otro lado, está la discriminación que sufren como consecuencia de su edad. El edadismo y los estereotipos negativos en torno a las personas mayores suponen una limitación en su capacidad de actuación y, por lo tanto, una doble discriminación. Las situaciones de dependencia, la soledad no elegida o la imposición de barreras sociales hacen que las mujeres mayores maltratadas se encuentren en una situación de mayor vulnerabilidad.
Acciones para la eliminación de la violencia contra la mujer
Desde Cuidum queremos unirnos a los llamamientos y acciones globales en contra de la violencia de género en mujeres mayores. Este Día internacional de la violencia contra la mujer es un buen momento para recordar que:
- Todos los tipos de discriminación y violencia hacia las mujeres suelen acabar interrelacionándose entre sí, creando una desigualdad aún mayor.
- Las mujeres mayores no solo se enfrentan a un problema en el ámbito de la pareja, sino que están sometidas a una violencia “simbólica” como consecuencia de su edad (doble discriminación).
- La conciencia de género en mujeres de edad avanzada no está tan generalizada. Es responsabilidad de las instituciones orientar y educar a estas mujeres en el escenario de la igualdad y fomentar la denuncia de sus circunstancias.
- Para erradicar la violencia de género en mujeres mayores es necesario el desarrollo de herramientas específicas, más sencillas y accesibles y mejor adaptadas a las necesidades particulares de este grupo.
En la actualidad, un 20 % de las mujeres mayores que han sido víctimas de violencia de género no le ha contado a nadie su situación. Este tipo de crímenes son los menos denunciados y, en consecuencia, los más invisibles: en el 92 % de los casos mortales a partir de los 65 años, ni siquiera existía una denuncia previa.
La lucha contra el maltrato en mujeres de edad avanzada ha de comenzar con dar una mayor visibilidad al problema. El Día internacional de la violencia contra la mujer es un buen momento para crear conciencia, sensibilizar a la sociedad y promover la autoestima y la seguridad en estos grupos de población.