Si nos planteamos solicitar ayuda a domicilio y que una cuidadora nos ayude en el momento que nuestros padres ya no se valen por si solos, o están sufriendo una enfermedad y necesitan la máxima atención posible, es importante tener en cuenta a qué profesional encargarle tal responsabilidad.
En Cuidum solo trabajamos con cuidadoras que confiaríamos a nuestros padres y parte del secreto está en cuidar al profesional de la ayuda a domicilio para asegurar una relación entre cuidador y persona dependiente que sea beneficiosa para ambos. Veamos un ejemplo.
Ejemplo: Cuidar a la cuidadora
Todos entendemos que una mujer embarazada, que está gestando una vida en su interior debe cuidarse, estar relajada y sentirse feliz. Sabemos que proporcionarse a sí misma ese bienestar es lo mejor que puede hacer por su futuro bebé.
Esta es una imagen poderosa para explicar la importancia de que las personas que dedican su tiempo a la ayuda a domicilio o cuidar a otras personas presten atención a su propia salud y eviten el estrés y el agotamiento continuados.
Cuidar de nuestros seres queridos cuando se encuentran en situación de dependencia es un acto de Amor y solidaridad que beneficia tanto al que cuida como a la persona necesitada de cuidados. Pero es importante que el cuidador, sea o no un profesional de la ayuda a domicilio esté relajado, de buen humor, sin agotamiento y estrés. Solo de esa forma puede transmitir fuerza, energía y alegría a las personas vulnerables y nutrirse de esa conexión.
Cuando el cuidador o profesional de la ayuda a domicilio está saturado, cansado y desaparece todo el placer en el cuidado, cuidar se convierte en la mera satisfacción de las necesidades más mecánicas de la vida diaria, desapareciendo la parte más humana de los cuidados.
[bctt tweet=»Si no te cuidas a ti mismo no puedes cuidar a los demás.»]
Debemos aprender a identificar los signos de estrés, el cansancio, los cambios de humor y reaccionar ante su aparición, de lo contrario es fácil que el cuidador acabe necesitando que le cuiden.
La responsabilidad en la ayuda a domicilio
Normalmente, uno de los miembros de la familia asume la responsabilidad del cuidado de quien se encuentra en situación de dependencia. El resto, en el mejor de los casos ofrecen su ayuda con un nivel de implicación menor.
Es importante recordar que cuidar a nuestros padres, hijos o a cualquier familiar en situación de dependencia es una responsabilidad de todos los miembros de la familia. Cuidar es una tarea exigente y toda colaboración es poca, por lo que, aunque una persona dedique mas tiempo al cuidado por sus circunstancias particulares, es momento para que todos en el núcleo familiar colaboren en la medida de sus posibilidades y reconozcan el esfuerzo realizado por el cuidador principal.
En los casos en los que no tenemos con quién compartir los cuidados hay que trabajar por evitar el aislamiento, buscando ayuda en la familia extensa, en los vecinos, en asociaciones o en cuidadores profesionales.
Consejos para los cuidadores o profesionales de la ayuda a domicilio:
- Hacer una lista de personas que me puedan cuidar y de las que pueda recibir energía, distracción, cariño, apoyo, humor…
- Dedicar dos períodos de diez minutos a lo largo del día a hacer respiraciones y estiramientos sencillos, sobre todo si las personas dependientes exigen esfuerzo corporal.
- Buscar espacios de ocio a lo largo de la semana, aunque sean cortos. Puede ser beneficioso un paseo de treinta minutos, un café con una amiga, ver una película, resolver un pasatiempo, etc.
- Alternar el rol de cuidador con otros roles a lo largo de la semana. Es decir, también ejercer de persona trabajadora, hija, amiga, vecina…
- No suprimir totalmente las vacaciones anuales. Aun en las situaciones más complejas hay que disfrutar al menos de una semana, o varios fines de semana espaciados, o de un puente. (Son ya varias las administraciones que ofrecen servicios llamados de «respiro» al cuidador/a, para atender a las personas en situación de dependencia en determinados momentos, días…).
- Planificar de vez en cuando un viaje aunque sea corto. El contacto con la Naturaleza puede ser muy saludable. Hay que darse de vez en cuando un respiro.
- Cultivar la espiritualidad. A algunas personas les da fuerza su religión si es creyente, a otras puede servirles escuchar música, la lectura de un libro o contemplar una puesta de sol…Cada uno debe practicar aquello que le ayuda a conectar con su yo más profundo y le da paz y serenidad.
- Intentar pensar a corto plazo. Porque siempre que se vive el presente, el aquí y ahora, se es más realista y feliz.
- Informarse y utilizar todos los recursos que existen para la situación específica de la dependencia que se está atendiendo.
- Intentar desarrollar una actitud positiva. El cómo se responde a las cosas parece que tiene más peso que la gravedad de ellas.
- Acudir a un profesional y solicitar su ayuda ante situaciones de bloqueo, fatiga o falta de alternativas, que se prolonguen más de un mes.
Con todos estos consejos podemos mejorar la situación en casa, si queremos obtener la mayor tranquilidad posible, trabajar con Cuidum es la mejor opción, pues tras años de experiencia y gracias a nuestros profesionales de recursos humanos y a los psicólogos que se preocupan de las necesidades tanto de las familias como de las cuidadoras hemos logrado garantizar el mejor resultado posible.
5 comentarios
Hola soy Félix Manuel Palacios y estoy interesado en un puesto laboral de atención a personas , tengo certificación y conocimientos para ejercerlo. Gracias.
Hola Félix Manuel, entra en http://www.cuidum.com/contratar y pregunta en el departamento de asesores familiares que te podrán aclarar mejor las dudas que tengas. Muchas gracias
Gracias por importante informacion sobre consejos para cuidador@s,asi lo podremos hacer con calidad y nos beneficiaremos amb@s.