Las diferencias por el mundo en el cuidado de los mayores
El trabajo de el cuidado de los mayores varia de unos países a otros debido a las diferencias en el envejecimiento de la población y las condiciones de vida de la población con edades avanzadas. En los países ricos se han establecido sólidos sistemas de seguridad social que garantizan pensiones y cobertura de salud a las personas mayores que ya no están en edad de trabajar.
En los países con menor desarrollo socioeconómico el cuidado de los mayores se encuentra en un entorno sin cobertura social y sin servicios médicos adecuados. Los países de América latina y el Caribe son un ejemplo de esta realidad. Si bien hay diferencias dependiendo de cómo está distribuida la piramide de edad de la población. En México el porcentaje de población con protección social apenas rebasa el 20,0%, mientras en los países del Cono Sur (Argentina, Uruguay, Chile, Brasil y Cuba) algo más de la mitad de la población con 60 años tiene cobertura social.
Mientras en Europa y América del Norte un alto porcentaje de la población mayor vive sola o con su pareja en América latina el 60% de los adultos mayores comparten la residencia con sus hijos y/o nietos.
En estos países con pocas ayudas sociales la familia es el ámbito de solidaridad intergeneracional más importante para los mayores. Compartir el domicilio permite reducir los costes de la vivienda, compartir los gastos de alimentación y facilita el apoyo entre los miembros del hogar, que incluyen los cuidados de los mayores.
Curiosamente el estado de bienestar que garantiza la supervivencia de las personas mayores en los países ricos ha supuesto un cambio de modelo en las estructuras familiares y en las relaciones intergeneracionales, generando el fenómeno de la institucionalización, de los centros de día y las residencias de mayores y produciendo un desarraigo de los mayores sacándolos de sus hogares, donde, al vivir solos, ven comprometida su seguridad en el momento en el que dejan de ser autónomos.
La figura de las cuidadoras domiciliarias profesionales, es el resultado de este fenómeno. Encuadrándolo en una sociedad avanzada donde estas trabajadoras tienen la oportunidad de cualificarse mediante estudios reglados por el estado convirtiéndose en especialistas del cuidado.