La vejez es la última etapa de nuestro desarrollo vital, la cual destaca por los cambios psicológicos que se producen. La psicóloga Rut Mares nos comenta, que a nivel de sociedad, se ha desarrollado una creencia negativa y un miedo, en ocasiones irracional, a envejecer.
Este miedo viene de la falsa creencia de que las personas mayores no son productivas, además de que viven con enfermedades, están deprimidos y padecen algún tipo de demencia. Esta visión negativa hacia la vejez incluso, en ocasiones, se extiende también en las propias personas mayores, ya que es lo que socialmente venimos aprendiendo desde nuestra infancia.
Cada etapa del desarrollo en la que vivimos se produce la evolución de unos roles diferentes y cada uno de nosotros hacemos una valoración sobre nosotros mismos, respecto a lo conseguido como a lo que nos queda por conseguir, lo cual puede derivar a las conocidas “crisis” de los 30, 40 o de cualquier edad. La vida en sí misma es un proceso en el que se producen ganancias y pérdidas, crecimiento y declives, y cambios en el envejecimiento en general a medida que vamos cumpliendo años, sin embargo no implica que deba ocurrir así en todos los sujetos de la población.
El envejecimiento del adulto mayor y sus principales características
El envejecimiento es un proceso complejo y multifacético, pero que también puede ser una época de autodescubrimiento y crecimiento personal, al igual que en etapas anteriores (infancia, adolescencia y edad adulta), el envejecimiento posee sus propias necesidades, ya que se producen tanto cambios psicológicos como físicos. Pero antes de saber cuales son estas, es necesario entender realmente lo que supone envejecer.
Podríamos clasificar el envejecimiento desde varios puntos de vista: Normativo, no normativo, patológico y óptimo.
- El envejecimiento normativo hace referencia a la mayoría de las personas con el paso del tiempo, es decir, las “mismas” cosas que le ocurren a la mayoría de las personas a medida que van envejeciendo, como pueden ser los cambios psicológicos en la vejez a nivel físico, laborales o familiares, serían las características esperadas de las personas mayores.
- El envejecimiento no normativo, como puedes imaginar, se refiere a aquello que a la mayoría de la gente no le ocurre, aunque no tiene porque implicar negatividad ya que es otro camino por el que continuar caminando en la vida, como puede ser el realizar ejercicio de alto rendimiento, las enfermedades crónicas o las dependencias.
- El envejecimiento óptimo es aquel que se considera mejor de lo esperado, que lo normativo, siendo éste en el conjunto completo de la persona y no únicamente en alguna de sus áreas personales. Este concepto implica el desarrollo exitoso tanto a nivel físico, cognitivo, personal y psicosocial.
- El envejecimiento patológico, hace referencia a aquellos casos donde se encuentra algún tipo de deterioro cognitivo o demencia en la persona.
Como ya te habíamos adelantado, en esta etapa se van a producir una serie de cambios en el envejecimiento de nuestro cuerpo. Desde la disminución de la densidad ósea hasta la pérdida de colágeno en la piel, pasando por la disminución de la masa cerebral, el cual conlleva un cambio de la estructura cerebral que, como es de esperar, provoca a su vez cambios psicológicos en la vejez.
Entender estos procesos puede ayudarnos a tomar decisiones y aprender cómo cuidar adecuadamente de nosotros mismos para marcar una gran diferencia en la calidad de vida durante el proceso de envejecimiento.
Principales cambios en el proceso de envejecimiento
Según Rut Mares, los principales cambios en el proceso de envejecimiento nos encontramos que se pueden clasificar en cambios en el envejecimiento como cognitivos, emocionales y sociales. A continuación veremos con más detalle las características psicológicas de las personas mayores, así como necesidades específicas de dicha etapa del desarrollo.
Cambios cognitivos:
Los principales cambios en el proceso de envejecimiento están relacionados con nuestra estructura cognitiva, esas características psicológicas de las personas mayores que suelen destacar al ser observables por los demás.
- Se produce un enlentecimiento del tiempo de procesamiento, por lo que la persona mayor necesita más tiempo para entender y procesar la información. Es por ello que el cerebro tarda más tiempo en dar una respuesta, tanto verbal como motora.
- Pérdida de memoria, no patológica, simplemente asociada a la edad. Pueden ser en forma de olvidos temporales o de detalles. En este caso, los mayores necesitan de apoyos externos que les facilite el recordar citas, situaciones, etc.
- Pérdida de habilidades mentales que se dejan de utilizar, estas pueden estar relacionadas con temas laborales, por ejemplo. Por este motivo surge la necesidad de mantener una mente activa, con ejercicios de estimulación cognitiva, por ejemplo.
Cambios emocionales:
Los mayores se sienten de forma continua luchando ante desafíos emocionales: La soledad, la pérdida de seres queridos y la transición a la jubilación son solo algunos ejemplos. Se produce un cambio de prioridades en sus vidas, por lo que surge la necesidad de adaptarse a este nuevo día a día al que se enfrentan, de ahí que en la vejez se pueda acompañar por un proceso depresivo, igual de normalizado y entendido que en etapas anteriores del desarrollo. Solo necesitan tiempo para entender y aceptar su nueva situación.
Cambios sociales:
Las relaciones sociales son cruciales en cualquier etapa de la vida, pero pueden ser especialmente valiosas a medida que envejecemos. Mantener y cultivar amistades, así como establecer nuevas conexiones, puede brindarnos apoyo emocional y enriquecer nuestras vidas de maneras inimaginables.
El fallecimiento de los iguales y la desconexión social pueden ser un hándicap en la vejez, por lo que una necesidad básica consistiría en mantenerse activo en grupos sociales, esto se puedo conseguir, por ejemplo, apuntándose a actividades que impliquen el relacionarse con los demás.
Podríamos decir que el proceso de envejecimiento es un capítulo natural en la vida de todos nosotros. El hacernos mayores supone el entender y asumir las características psicológicas de las personas mayores propias de la etapa por la que se está pasando. Si bien los cambios en el envejecimiento que se producen en esta etapa, presentan desafíos, también ofrece oportunidades para el crecimiento, la reflexión y la apreciación de la belleza de la experiencia humana. Al abrazar el envejecimiento con una mentalidad positiva y adoptar hábitos saludables, podemos llegar a vivir vidas plenas y significativas en esta etapa de nuestro viaje.
En la vejez, es esencial contar con apoyo para mantener la calidad de vida y la independencia.
La vejez, esa etapa de la vida que a menudo tememos, puede convertirse en un período de autodescubrimiento y crecimiento personal si sabemos cómo abordarla.
A continuación, te presentamos algunos consejos para mejorar la calidad de vida en la vejez y aprovechar al máximo esta etapa, independientemente de si experimentas cambios cognitivos, emocionales o sociales.
Consejos para manejar cambios psicológicos
En los cambios psicológicos, la atención psicológica es fundamental para promover el bienestar emocional y mental de las personas mayores. A medida que envejecemos, nos enfrentamos a una serie de cambios psicológicos que pueden incluir la adaptación a cambios en la salud, pérdidas significativas, el proceso de jubilación y la reevaluación de nuestras metas y prioridades en la vida.
Aquí abordaremos la importancia de la atención psicológica en esta etapa de la vida y cómo puede beneficiar a las personas mayores.
Durante la vejez, es común enfrentar la pérdida de seres queridos, amigos cercanos y, a veces, incluso la pérdida de independencia o habilidades físicas. Estas pérdidas pueden llevar a sentimientos de tristeza, duelo y soledad. La atención psicológica proporciona un espacio seguro para expresar estas emociones y aprender a lidiar con ellas de manera saludable.
La ansiedad y la depresión son afecciones psicológicas que pueden afectar a las personas mayores, a menudo agravadas por los cambios en la vida y las limitaciones físicas. La terapia psicológica puede ayudar a identificar las causas subyacentes de estos problemas y brindar estrategias efectivas para afrontarlos.
La jubilación puede ser una transición desafiante. Algunas personas pueden sentirse perdidas o sin un propósito después de retirarse. La atención psicológica puede ayudar a las personas mayores a explorar nuevas pasiones, intereses y metas, y a construir una vida significativa en esta nueva etapa.
La atención psicológica puede incluir ejercicios de estimulación cognitiva diseñados para mantener la mente activa y prevenir la pérdida de memoria no patológica. Esto puede mejorar la calidad de vida y la independencia.
Los terapeutas pueden ayudar a las personas mayores a superar la soledad y el aislamiento al fomentar la construcción de nuevas relaciones sociales y fortalecer las existentes. Estas conexiones pueden proporcionar un apoyo emocional invaluable.
La terapia puede ayudar a las personas mayores a desarrollar resiliencia emocional y afrontar los desafíos de manera más efectiva, lo que les permite mantener una actitud positiva y adaptarse a los cambios.
La atención psicológica no solo aborda problemas de salud mental, sino que también puede mejorar la calidad de vida en general al ayudar a las personas mayores a mantener una actitud positiva, mantenerse activas y participar en actividades significativas.
La atención psicológica durante la etapa de envejecimiento desempeña un papel crucial en el bienestar de las personas mayores. Proporciona el apoyo necesario para afrontar los desafíos emocionales y cambios psicológicos específicos de esta etapa de la vida, y les ayuda a vivir de manera plena y satisfactoria. La terapia psicológica puede ser un recurso valioso para las personas mayores que deseen abordar sus preocupaciones emocionales y mejorar su calidad de vida en esta etapa de su viaje.
Aquí abordaremos la importancia de la atención psicológica en esta etapa de la vida y cómo puede beneficiar a las personas mayores.
En Cuidum nuestro enfoque es ayudar a las familias que necesitan cuidar de un ser querido a encontrar la cuidadora ideal. Esto se logra adaptando los cuidados a las necesidades específicas de cada persona en su hogar.
Nos aseguramos de que las necesidades específicas de la persona mayor sean atendidas de manera individualizada. Esto incluye asistencia en actividades diarias, compañía y cuidado médico si es necesario.