El pasado 26 de marzo tuvimos el privilegio de participar, como miembros de la Asociación Española de Servicios Personales y Domésticos (AESPD), en la Reunión del Observatorio Nacional celebrada en la sede de la Representación de la Comisión Europea en Madrid. El encuentro, que sirvió como espacio de diálogo nacional dentro del proyecto europeo PHS Dialogue, reunió a organizaciones empresariales, sindicatos, expertos académicos y representantes institucionales con un objetivo claro: reforzar el diálogo social y la capacidad de negociación colectiva en los Servicios Personales y Domésticos (PHS, por sus siglas en inglés).
Un proyecto europeo con ambición social
PHS Dialogue es una iniciativa bianual financiada por la Unión Europea (grant nº 101102302) y abanderada por EFFAT, EFFE, EFSI y UNI Europa. Su meta es crear el primer diálogo social sectorial a escala comunitaria para un ámbito que, paradójicamente, desempeña un papel esencial en el bienestar de millones de hogares europeos y, sin embargo, sigue marcado por la invisibilidad y la fragmentación.
En línea con la Estrategia Europea de Cuidados y la Iniciativa de Diálogo Social 2023, el proyecto persigue ampliar la cobertura de la negociación colectiva, combatir el trabajo no declarado y sentar las bases de un mercado laboral más justo, inclusivo y sostenible para las personas cuidadoras y para las familias que las contratan.
Radiografía del sector: datos que llaman a la acción
Durante la jornada, el consorcio presentó la mayor encuesta europea realizada hasta la fecha sobre el sector PHS. Las cifras son elocuentes:
- 56,9 % de las personas trabajadoras no cree que pueda continuar en el sector hasta la jubilación.
- 59,9 % ha considerado abandonarlo en los últimos tres años.
- El grueso de la demanda se concentra en mayores de 65 años, que a menudo contratan menos horas de las necesarias por costes y trámites administrativos.
- El precio de un empleo doméstico formal a jornada completa ronda 1.700 € mensuales, cifra inasumible para un gran número de familias.
- El volumen de economía sumergida sigue siendo elevado, con claras repercusiones sobre los derechos laborales y la recaudación pública.
Frente a este panorama, la “calculadora” fiscal presentada por el proyecto demuestra que por cada euro invertido en apoyar la contratación formal, el Estado recuperaría 1,1 € en retornos directos e indirectos. Dicho de otro modo, la formalización de los cuidados no es solo una cuestión de justicia social, sino también de sensatez económica.
Retos normativos y de representación
Una de las grandes barreras es la naturaleza misma del trabajo en el hogar: miles de microrelaciones laborales dispersas, donde el empleador suele ser una familia y el puesto de trabajo, la vivienda particular. Ese mosaico dificulta un convenio colectivo tradicional y exige soluciones creativas que concilien flexibilidad y protección social. La reciente entrada en vigor en España (29 de febrero de 2024) del Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para el servicio doméstico ofrece un marco sólido, pero requiere el compromiso de agentes sociales y administraciones para hacerse realidad en el día a día de los hogares.
La voz de Cuidum en el debate del proyecto PHS Dialogue
Desde Cuidum, como miembros de la AESPD, compartimos plenamente la visión de un sector profesionalizado, con empleo de calidad y servicios accesibles. En nuestra trayectoria hemos comprobado que:
- La dignificación del cuidado empieza por reconocer el valor profesional de las cuidadoras y cuidadores. Ello implica salarios justos, cotización adecuada y formación continua.
- Las familias necesitan acompañamiento: simplificar trámites, recibir asesoramiento legal y contar con incentivos fiscales que hagan viable la contratación formal.
- La innovación tecnológica debe ponerse al servicio del bienestar, facilitando la gestión administrativa y reforzando la transparencia, sin sustituir la calidez humana del cuidado.
Durante la reunión propusimos intensificar las campañas de información dirigidas tanto a empleadores particulares como a trabajadoras migrantes, destacando las ventajas de la formalización y los mecanismos de apoyo existentes. Asimismo, subrayamos la necesidad de mesas técnicas permanentes donde empresas, sindicatos y representantes de las familias definamos estándares de calidad, formación y vías de inspección adaptadas a la realidad del domicilio.
Hacia un convenio sectorial inclusivo
El consenso fue claro: sin diálogo social no habrá sector sostenible. Para avanzar, es crucial:
- Asegurar la representatividad de todas las partes, incluidas las familias empleadoras y las cuidadoras migrantes.
- Diseñar incentivos económicos progresivos que ayuden a las rentas medias y bajas a acceder al cuidado formal.
- Aprovechar herramientas como la “calculadora” para demostrar la viabilidad financiera de las políticas de apoyo.
- Establecer objetivos medibles (reducción del trabajo no declarado, aumento de la cobertura de la negociación colectiva, mejora de la retención laboral) y un Observatorio que publique indicadores periódicos.
Compromiso Cuidum
En Cuidum creemos que cada paso hacia la formalización y la profesionalización repercute directamente en la calidad de vida de las personas mayores y dependientes, pero también en la sostenibilidad de nuestro sistema de bienestar. Por eso:
- Apostamos por contratos legales, cotización a la Seguridad Social y salarios alineados con el valor real del cuidado.
- Invertimos en formación continua y planes de carrera que reduzcan la alta rotación detectada en el sector.
- Colaboramos activamente con la AESPD y las instituciones para construir un marco regulatorio que combine seguridad jurídica e innovación.
La Reunión del Observatorio Nacional ha sido solo el punto de partida. Seguiremos participando en los grupos de trabajo de PHS Dialogue y compartiendo buenas prácticas que inspiren políticas eficaces. Porque cuidar en condiciones dignas no es un lujo, sino un derecho. Y porque, en Cuidum, nuestro compromiso es cuidar de quienes cuidan y de quienes confían en ellos.