Puede llegar un momento para los mayores en el que la demencia amenaza a su dinero
Para los asesores y administradores de riqueza, las enfermedades presentan varios desafíos y complicaciones para sus clientes. Uno de ellos es cuando la demencia amenaza a su dinero. La lenta progresión de las enfermedades puede hacer adifícil de determinar la necesidad de intervención de un profesional de las finanzas. A menudo los síntomas incluyen pérdida de memoria relacionada con la edad. Los clientes pueden estar en la fase de negación de los síntomas de la enfermedad o incluso ocultarla.
Esto los convierte en presas fáciles de los estafadores, incluso a veces entre los miembros de la propia familia.
Uno de los clientes clásicos para un asesor puede ser una mujer que ronde los 80 años. Personas que han desatendido pagos de sus hipotecas o recibos, a causa de sus problemas de memoria. La dificultad para gestionar el dinero es a menudo uno de los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
El año pasado, 5,2 millones de personas mayores de 65 años, o aproximadamente uno de cada nueve estadounidenses, sufrían de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, de acuerdo con la Asociación de Alzheimer. Entre las personas de 85 años o más, la cifra fue de uno de cada tres.
Los afectados por esta enfermedad crecerán, también, como las edades de los Estados Unidos. Ya, la generación del baby boom se encuentra a punto de jubilarse.
Así que, ¿cuáles son las responsabilidades de un planificador financiero si él o ella ve comportamientos, tales como donaciones inusuales a organizaciones benéficas, pagos a planes de telemarketing, o con frecuencia el deseo de cambiar los beneficiarios sobre testamentos y planes de jubilación u otros signos de confusión o mala toma de decisiones?
[bctt tweet=»La dificultad para gestionar el dinero es uno de los síntomas del Alzheimer.» username=»cuidum»]
Lo ideal sería que las personas afectadas hubieran establecido un fideicomiso, o si alguien ya tiene el poder para tomar decisiones, quizá algún miembro de la familia desinteresado.
Si no es así, puede llegar la situación en la que a una personas se le retire la capacidad para tomar ese tipo de decisiones por vía judicial y se asigne a un tutor.
Es una realidad que en ese camino de negación las personas con demencia pueden mostrar grandes resistencias. Lo que es ciertamente lógico a juzgar por los abusos financieros sobre mayores que constantemente se leen en la prensa.