Esta es la primera de una serie de tres partes sobre cómo lidiar con el desafío más caro del envejecimiento, los costes de la demencia.
Explicaremos los costes de la demencia a traves de la historia de Juan y María. A lo largo de su matrimonio de 39 años, han compartido su amor por el teatro. Y fue en un teatro donde Juan notó por primera vez que algo iba mal.
Ensayando una obra de teatro en una producción de aficionados hace cuatro años, María tenía problemas para recordar su texto. Pronto comenzó a repetir las mismas preguntas. Juan la llevó a un médico, que diagnosticó a María de demencia.
Hoy Juan, de 82 años, y María, de 79 años, todavía pueden ir al teatro. Pero ella no actúa. En su casa de una sola planta se pierde buscando el baño. Ella ya no sabe cómo usar una tostadora, o incluso un interruptor de la luz. «Me pone muy triste cuando me doy cuenta de que estoy perdiendo mi chica», dice él. «Y es más evidente cada día».
También son evidentes los gastos de infraestructura a los que se enfrentan. En este momento Dick está gastando 200 euros a la semana por la ayuda de un asistente de cuidado en el hogar. Una estancia en una residencia de mayores, tendría un costo de alrededor de 2000 euros al mes.
Juan dice: «No hay que ser un genio para ver que vamos a tener problemas de dinero dependiendo de cuánto tiempo necesite atenciones María.»
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La demencia es una enfermedad devastadora de forma única. Los costes de la demencia también lo son. La demencia cuya forma más común es el Alzheimer, teroba a la persona que amas. Ataca la memoria, la personalidad, el lenguaje y las habilidades físicas. Puede durar años, incluso décadas. Y no tiene cura.
El costo financiero puede ser casi tan grande como la pérdida personal.
La responsabilidad recae sobre las familias a encontrar la manera de pagar por ello, dada la falta de implantación de la ley de dependencia.
En esta etapa temprana de la demencia, que dura un promedio de dos años, los gastos directos de su bolsillo, no serán onerosos. Pero tendremos que planificar el cuidado más caro que tendrá lugar más adelante. Su marido, esposa, o padre tienen una ventana de participación en las decisiones financieras y es importante firmar documentos legales necesarios antes de que las capacidades cognitivas se desvanezcan. «Cuando la gente no reconoce la demencia antes,» dice Juan «le cuesta más al final.»