La realidad no deja lugar a dudas: ser cuidador de personas con Alzheimer es una actividad que requiere de mucho autocontrol para evitar provocar un deterioro de la salud importante. En muchos casos, este problema es invisible incluso para los más allegados, convirtiéndose en un problema que se sufre en silencio de la forma más intensa.
Los riesgos de un cuidador de personas con Alzheimer
Atender a un familiar con Alzheimer es algo que poca gente elige. En la mayoría de los casos, la aparición de la enfermedad provoca un terremoto de grandes proporciones al que hay que enfrentarse sin estar muchas veces preparado para ello.
Quienes quedan al cuidado de un allegado con Alzheimer verán que su vida ya no vuelve a ser la misma de antes. Un enfermo de este tipo comienza a demandar cada vez más atenciones. Así, una persona que no esté preparado para ello se enfrentará a una situación que lo superará sin ninguna duda. No es que el cuidador de personas con Alzheimer no sepa afrontar esta nueva realidad, es que nadie está preparado para hacerlo.
No hay que olvidar que las primeras consecuencias, como pueden ser la pérdida de tiempo para relajarse o practicar aficiones y el mal trato que en muchos casos dan los enfermos a sus cuidadores, son aspectos que irán haciendo mella en el cuidador a no tardar mucho.
Principales problemas de un cuidador
Hay algunos rasgos que se han identificado de forma muy clara en las personas que cuidan de familiares o allegados con Alzheimer. El cansancio continuo, los problemas de sueño o el abandono de la vida social y de las aficiones que siempre se habían tenido son de lo más frecuente.
Sin embargo, esto es solo la puerta por la que entrarán otros problemas que son incluso más graves. Si el cuidado se extiende durante mucho tiempo y no se cuenta con un apoyo adecuado, la depresión, el estrés y la ansiedad terminarán por hacer su aparición complicando mucho la vida de los cuidadores.
Los problemas psicológicos de los que hemos hablado suelen derivar en otros físicos que son igualmente importantes. Dolores crónicos, desarrollo de patologías relacionadas con el estrés e incluso la manifestación de tendencias depresivas con consumo de medicamentos para mitigarlas son problemas de salud muy frecuentes en los cuidadores que se ven desbordados.
Recurrir a ayuda profesional
Desde Cuidum ayudamos a cientos de familias que tienen a un familiar diagnosticado de Alzheimer y son muchas las cuidadoras y cuidadores que trabajan con nosotros tienen experiencia en tratar este tipo de demencia.
Una ayuda profesional para un momento tan delicado es un alivio para las personas a cargo de familiares con esta enfermedad, no dudes en contactarnos.
Purple, una pequeña ayuda
Todos estos síntomas forman lo que se ha venido a llamar el síndrome del cuidador quemado. Sin embargo, basta un simple apoyo emocional en muchas ocasiones para eliminar parte del estrés o la ansiedad que esta situación genera. De ello se encarga Purple, el traductor simpático del Alzheimer. Cuando el familiar al que cuidamos nos insulta o nos hace daño con sus palabras, Purple se encarga de traducir lo que la enfermedad no le ha dejado manifestar.
Basta con preguntarle a través de Google Assistant o tenerlo en el móvil para que las palabras de ese familiar con Alzheimer al que tanto seguimos queriendo cobren su verdadero significado, que no es otro que el de manifestar su gratitud por todas las atenciones recibidas.