Casi todos nosotros conocemos a alguien que padece de osteoporosis, y es que esta enfermedad es mucho más frecuente de lo que se piensa. Sin embargo, aún hoy es una gran desconocida y no siempre se atiende forma temprana y adecuada. Por lo que desde Cuidum queremos darte algunas pautas para conozcas un poco más de esta enfermedad y reconocer cuáles son sus principales síntomas.
¿Qué es la Osteoporosis?
En su propio nombre se encuentra buena parte de lo que acontece cuando se contrae esta enfermedad. Los huesos se van convirtiendo en estructuras cada vez más frágiles debido a la pérdida de densidad de los minerales que los forman.
Es decir, el interior de esa estructura que mantiene tu cuerpo se va llenando de poros cada vez mayores que terminan por hacer que el hueso pierda consistencia y, por lo tanto, sea más vulnerable a fracturas y posibles lesiones.
En muchos casos, la osteoporosis puede llegar a estar tan avanzada que las fracturas se producen por acciones cotidianas como caminar o coger peso, y es que este problema de salud debilita de forma progresiva los huesos que al día de hoy puedan parecerte muy fuertes.
La dificultad del diagnóstico
Evidentemente, la osteoporosis es una enfermedad íntimamente relacionada con los ancianos. Esta dolencia necesita de un tiempo prolongado para ir debilitando los huesos hasta que estos resultan frágiles, un problema en el que se esconde la dificultad de tratamiento que tiene.
No por capricho la osteoporosis es conocida como la “enfermedad silenciosa”, en sus primeros pasos, esta dolencia no muestra ni el más mínimo síntoma, por lo que las personas siguen haciendo su vida normal sin la menor preocupación. Sin embargo, la osteoporosis va debilitando poco a poco el interior de los huesos eliminando gran parte de su resistencia, lo que llevará en poco tiempo a mostrar su peor cara en forma de fracturas y demás problemas óseos.
Queremos compartir contigo que la osteoporosis no es solo un problema de ancianos, en ellos se ven las últimas fases de la enfermedad, pero puede que su comienzo se produzca décadas antes, debido a malos hábitos de vida o por problemas que ya analizaremos a continuación.
¿Cuáles son sus síntomas?
Son muchos los síntomas que van apareciendo conforme esta enfermedad va avanzando. Por ejemplo, muchas personas pierden entre dos y tres centímetros de altura debido a la pérdida de calidad de los huesos de la columna y a su consiguiente compresión.
Este síntoma sirve incluso para detectar la enfermedad en los primeros pasos, aunque no es el único alarmante. Los dolores en huesos y articulaciones también son muy importantes y deben controlarse de cerca, ya que pueden esconden las primeras fases del problema.
Cuando la enfermedad ya ha hecho suficiente daño en los huesos, síntomas como las roturas en lugares concretos en las vértebras o el fémur, dos zonas óseas que soportan mucho estrés, terminan por mostrar al especialista la presencia de una enfermedad crónica.
Pero haciendo unos pequeños cambios en nuestro estilo de vida es posible reducir el riesgo de sufrir osteoporosis. Con todo, existe siempre un rayo de esperanza para mejorar estos síntomas pudiendo disfrutar con mayor plenitud nuestra existencia.
Si has vivido de cerca esta enfermedad, o conoces a alguien cercano que la padezca, coméntanos: ¿Cómo has sabido sobrellevarla? ¿Fue detectada de forma temprana?