Las noticias anuncian cerca de 90.000 personas contagiadas por Coronavirus en todo el planeta, alrededor de 3.000 fallecidos y más de medio centenar de países afectados por esta enfermedad. Desde que se dieran a conocer los primeros casos en China, las cifras no han dejado de aumentar, al igual que la preocupación generada a nivel mundial. Motivo por el cual las autoridades sanitarias españolas se han pronunciado, haciendo un llamado a la calma.
¿Qué es el Coronavirus? Origen y expansión
A finales de diciembre saltaban las alarmas en la ciudad china de Wuhan. Aunque el origen del virus sigue siendo un enigma, el foco de expansión se sitúa en un mercado de abastos de esta ciudad. La presunta falta de controles sanitarios podría haber sido el origen de esta crisis de salud a nivel mundial.
Y es que en apenas dos meses la infección ha alcanzado ya a más de medio centenar de países entre los que se encuentra España, con casi 120 casos diagnosticados en el momento en el que redactamos este artículo y la previsión de que vayan en aumento. A medida que el virus parece remitir en el origen, otros muchos puntos del planeta empiezan a sufrir las primeras consecuencias del contagio.
Sin duda uno de los casos más mediáticos ha sido el de la cuarentena decretada en un hotel del sur de Tenerife. También es significativa la situación en el norte de Italia, donde se suspendieron los míticos Carnavales de Venecia y lugares emblemáticos como la Ópera de Milán cerraban las puertas al público.
Fases de la evolución del Coronavirus
A medida que pasan los días se van conociendo más datos no sólo acerca de prevalencia del virus sino de sus características. Esta información resulta esencial a la hora de establecer protocolos de prevención con los grupos de población más vulnerables: las personas de edad avanzada y aquellas que presentan afecciones médicas preexistentes.
No obstante, hay que tener en cuenta que el Coronavirus puede afectar a individuos de todas las edades, por lo que las fases de evolución de la infección son las mismas en un niño que en una persona de edad avanzada.
Contagio
El Coronavirus presenta grandes similitudes con el virus de la gripe. Al igual que esta, se transmite por vía aérea, a través de las mucosas y en menor medida mediante objetos o sustancias que se hayan contaminado muy recientemente. Conviene desmontar las falsas informaciones que apuntan al contagio a través de las mascotas o los envíos postales.
Incubación
Existen sospechas de que el virus se podría transmitir también sin presentar sintomatología y, por lo tanto, es importante tener en cuenta su período de incubación. Según el epidemiólogo chino Zhong Nanshan, figura destacable en la gestión del brote de SRAS originado en China en 2003, este período podría alcanzar los 24 días. Sin embargo, las actuales disposiciones de cuarentena en España se reducen a un período de 14 días. Esta falta de coherencia entre informaciones dificulta aún más el control de la epidemia.
Síntomas
El COVID-19 o neumonía de Wuhan, más conocido como Coronavirus, a pesar de ser esta una definición poco precisa, se presenta en sus inicios como un cuadro muy parecido al de una gripe o resfriado severo: cefalea, malestar general, tos seca, secreción nasal, dificultades respiratorias y fiebre.
¿Es cierto que los ancianos son más vulnerables al COVID-19?
Las fases de evolución del Coronavirus no son una herramienta totalmente fiable para la gestión de la enfermedad. No se puede obviar que el espectro clínico de esta infección es sorprendentemente amplio y se extiende desde los cuadros asintomáticos hasta las afecciones más graves capaces de causar la muerte del paciente.
Son estos últimos casos los que más preocupantes resultan desde la perspectiva de los ancianos contagiados por COVID-19, ya que se trata de un grupo de población en el que son más frecuentes las enfermedades crónicas y la inmunodepresión. No es por lo tanto de una cuestión de edad sino del estado general de salud de cada individuo.
Con todo, es de destacar que el grado de mortalidad del Coronavirus se mueve en unos parámetros muy reducidos: entre el 2 y el 4% en la ciudad de Wuhan y apenas un 0,7% en el resto del mundo. Aunque es cierto que su incidencia supera notablemente la del SRAS en 2003, el Síndrome Respiratorio Agudo Grave que provocó 774 muertes en todo el mundo, también hay que subrayar que en porcentajes, el nivel de mortalidad de este otro virus perteneciente también a la familia de los coronavirus superaba el 10%.
Prevención del Coronavirus y consejos para su cuidado
Tras conocerse los primeros casos de Coronavirus en España se ha empezado a generar cierta alarma social alimentada por rumores y mitos que no resultan de gran ayuda. Para tratar el Coronavirus en ancianos y otros grupos de población vulnerables, es importante prestar atención a las medidas de prevención indicadas por fuentes oficiales como la Organización Mundial de la Salud o el Ministerio de Sanidad y que te resumimos brevemente en estos puntos.
- Lavarse las manos con frecuencia, preferiblemente con agua y jabón, aunque también puede realizarse con un gel hidroalcohólico.
- En el caso de toser o estornudar, hacerlo en la parte interna del codo o sobre un pañuelo desechable que cubra la nariz y la boca.
- Usar mascarillas comunes no previene el contagio y comprarlas de manera masiva es una irresponsabilidad. Hay personas con patologías graves no relacionadas con el coronavirus que sí necesitan mascarillas y se están viendo afectadas por problemas de desabastecimiento. Sólo han de emplearse en caso de estar infectado o en contacto directo con un infectad
- Mantener una distancia de al menos 1 metro con personas que presenten síntomas de resfriado.
- No saturar los servicios de urgencia. En el caso de que tengas sospechas de que tú o uno de tus familiares ha sido contagiado, llama al 112 y te explicarán el procedimiento a seguir.
El COVID-19, al igual que el SRAS, pertenece al grupo de los denominados coronavirus descubiertos en la década de los 60. Se presenta con la misma sintomatología que una gripe o resfriado severo y aunque puede afectar a personas de todas las edades resulta especialmente peligroso en ancianos con otras complicaciones de salud y pacientes con enfermedades crónicas. En porcentajes, su nivel de mortalidad es muy reducido y la histeria colectiva que alimenta falsos mitos como el uso de las mascarillas no está justificada. Mantener la calma, unas buenas pautas de higiene y los cuidados habituales son la clave de la prevención.