¿Sabías que la fisioterapia no está únicamente destinada al tratamiento de las lesiones musculares o articulares? La denominada Terapia Física o Terapia Ocupacional se emplea también para el manejo y la restauración de la movilidad física de personas mayores y sus beneficios en este grupo de población están ampliamente reconocidos.
¿Cómo funciona la fisioterapia en adultos mayores?
La Terapia Física no presenta límites de edad. Funciona siempre que un paciente la necesita y se adapta perfectamente a las condiciones físicas y motoras de cada persona. Esto explica por qué las técnicas empleadas con jóvenes deportistas o con pacientes que se recuperan de alguna lesión no son exactamente las mismas que se aplican a los adultos mayores. Teniendo en cuenta estas diferencias, ¿en qué consiste la fisioterapia para ancianos?
El ejercicio físico durante la tercera edad resulta fundamental para conservar un buen estado de salud. Los fisioterapeutas geriátricos son conscientes de que en esta etapa de la vida empiezan a presentarse algunas limitaciones de tipo motor o funcional y emplean sus técnicas terapéuticas para ralentizar estos procesos y fomentar la calidad de vida. Por este motivo los objetivos de la fisioterapia en personas mayores están orientados a:
- Lograr una mayor confianza del paciente en sus capacidades locomotoras.
- Conservar o recuperar la autonomía en actividades de la vida diaria.
- Maximizar la movilidad articular y la fuerza muscular.
- Mejorar los patrones de marcha y equilibrio.
- Promover la práctica de actividades físicas de un modo saludable.
Retos a los que se enfrenta la fisioterapia geriátrica
Este pasado 8 de septiembre se celebró el Día Mundial de la Fisioterapia, conmemorando así la fecha de fundación de la World Confederation for Physical Therapy (WCPT). Este organismo internacional que representa a más de 670.000 profesionales en todo el mundo y esta fecha tan señalada nos sirven de recordatorio para que no pasemos por alto la importancia de esta disciplina médica en el adulto mayor.
La fisioterapia en personas mayores aborda los problemas locomotores en pacientes a partir de los 60 años desde una triple perspectiva:
Prevención
Trabajo de capacidades como la fuerza muscular, el equilibrio o la amplitud articular permiten al paciente seguir relacionándose con su entorno en unas condiciones físicas óptimas. Si se quiere prolongar la autonomía de una persona de edad avanzada hay que insistir en estos aspectos que, por otro lado, servirán para evitar esas caídas accidentales cuya recuperación suele ser muy aparatosa.
Diagnóstico
A través de la fisioterapia para personas mayores se puede identificar el origen de una dolencia, valorar la gravedad de una lesión o determinar qué factores están desencadenando una limitación en la movilidad. Esta capacidad diagnóstica de la fisioterapia pondrá al especialista en el camino adecuado para la búsqueda de una solución.
Rehabilitación
Aunque se trata de la faceta más conocida de la fisioterapia, ya hemos subrayado que no se trata de la única. No obstante, hay que poner de manifiesto la relevancia de esta disciplina médica en el tratamiento y la recuperación tras lesiones musculares o articulares.
¿Cómo ayuda la fisioterapia a las personas mayores dependientes?
La principal diferencia entre la fisioterapia en general y esta disciplina en particular no está tanto en las técnicas empleadas sino en la adaptación de las mismas. Tratar con ancianos o con personas mayores dependientes exige por parte del especialista un modo muy particular de aplicar sus conocimientos.
Es algo similar a lo que sucede con quienes se dedican al cuidado de personas mayores en sus hogares. La formación y la experiencia son fundamentales, pero también lo son la vocación, la orientación hacia el bienestar de la otra persona, la sensibilidad y la paciencia. No en vano, algunos cuidadores de personas dependientes pueden tener conocimientos de fisioterapia mientras que los fisioterapeutas geriátricos también han aprendido mucho de la asistencia a adultos mayores.
Y es que los dos ámbitos se complementan a la hora de garantizar el máximo bienestar de las personas mayores y/o dependientes:
- Ayuda a que sean lo más autónomas posibles: levantarse de la cama, asearse, comer…
- Reduce el riesgo de patologías asociadas a la falta de movilidad, incluso cuando se trata de ejercicios pasivos.
- Alivia las molestias crónicas derivadas de problemas locomotores y mitiga la percepción que tiene el cuerpo sobre el dolor.
- Favorece a una recuperación más rápida tras una eventual caída.
Otros beneficios de la fisioterapia cuando se convierte en práctica habitual
Hablar de fisioterapia geriátrica exige hablar del largo plazo. Los efectos positivos de estas prácticas tal vez no se vean tras la primera sesión pero sí a medida que avanza el tiempo. Y lo más destacado de todo: no se reducen únicamente a una mejora en las capacidades locomotoras de las personas mayores sino en muchos otros aspectos de su salud y bienestar.
- Proporciona las herramientas necesarias para ganar autoconfianza.
- Aporta seguridad y energía, ganas de seguir sintiéndose útiles.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Favorece a la calidad del sueño.
- Incrementa la salud mental.
- Disminuye el riesgo de padecer otras patologías (diabetes, sobrepeso, cáncer de colon, osteoporosis…).
- Previene los accidentes cardiovasculares y los problemas circulatorios.
Durante la vejez es normal que se produzca un descenso de la actividad física debido al cansancio, a las disfunciones motoras y a una progresiva pérdida de capacidades como el equilibrio, la fuerza o la resistencia. No obstante, existen formas de retrasar ese desgaste natural que experimenta el cuerpo y la fisioterapia en personas mayores se ha consolidado como una interesante alternativa terapéutica.