Si bien es cierto que la violencia y los comportamientos agresivos en ancianos pueden llegar a ser un problema, existen soluciones eficaces a esta situación. Con todo, lo primero que siempre se debe hacer es seguir las pautas del médico y, por supuesto, confiar en los profesionales dedicado al cuidado de mayores.
El valor del consejo médico
Es importante tener siempre presente que tras los comportamientos agresivos se pueden esconder otros problemas de salud que incluso son más graves. De ahí es de donde nace la necesidad de contar con la opinión de un experto en medicina, ya que no se puede reducir solamente la agresividad a una mera cuestión de comportamiento.
Aunque parezca extraño, este tipo de comportamiento puede producirse por causas tan variadas como la depresión o la demencia. Si no se consulta a un profesional, estas enfermedades pueden estar desarrollándose de forma silenciosa provocando más problemas de los que deberían.
No olvides que el Alzheimer o la demencia crean estados de desorientación y miedo en los ancianos. Son estos problemas los que pueden conducir a conductas agresivas que terminarán por deteriorar tu relación con esa persona allegada que lo único que necesita es cariño y, por supuesto, el tratamiento médico adecuado a sus necesidades.
Consejos ante comportamientos agresivos
Dependiendo del problema de salud que se padezca, el médico diagnosticará un tratamiento u otro. Sin embargo, sí que hay algunas estrategias que puedes seguir para minimizar los casos de conducta agresiva.
Por ejemplo, cuando estos se estén desarrollando no debes razonar ni dialogar con el anciano. Es el miedo, la ansiedad y la depresión la que están actuando en este momento, por lo que los argumentos racionales poco pueden hacer aquí.
De la misma forma, procura incluir al anciano en el día a día de toda la familia. Sus actividades son tan importantes como las de los demás, lo mismo que sus experiencias vitales y las preocupaciones o motivaciones que tenga. No lo olvides, el anciano sigue siendo una persona y como tal debe sentirse.
Confía en un cuidador
Cuidar de personas con conducta agresiva puede desgastar mucho la relación. Seguro que alguna vez has oído hablar del síndrome del cuidador quemado, uno de los problemas más graves a los que se encuentran las personas con personas mayores a su cargo.
Para evitar esta situación, lo mejor que puedes hacer es confiar en un cuidador profesional a tiempo parcial o completo. Esta persona está dedicada únicamente a tratar con ancianos que cuenten con distintos problemas de salud.
Gracias a su formación y amplia experiencia, el cuidador sabrá a la perfección cómo dar respuesta a esos casos de agresividad que se están manifestando. Con ello conseguirás atajar el problema, librarte de una parte de la carga de estrés que supone el cuidado y, además, dar al anciano el trato que se merece para que pueda disfrutar de su vejez de una forma plena y humana.
En definitiva, el cuidador profesional puede cambiar tu vida y convertir los comportamientos agresivos en algo del pasado.