El calendario de vacunación sigue avanzando. Tras algunos baches provocados por problemas de abastecimiento o por las dudas generadas con algunas marcas, el proceso parece haber recuperado el ritmo. Ya se han terminado de inocular las vacunas para mayores de 80 años, seguidas muy de cerca por los restantes grupos de personas mayores. No obstante, conviene ser precavidos: la vacuna previene la infección, pero no implica la desaparición total de los riesgos.
¿Cuáles son los actuales datos de vacunación a adultos mayores?
El avance de la estrategia de vacunación sigue siendo un poco dispar. Aunque el ritmo se ha acelerado en todos los casos, cada comunidad autónoma registra unos datos particulares. A nivel global, según la última información facilitada por el Ministerio de Sanidad, los datos de vacunación a mayores de 60 años son los siguientes:
– Vacunas para mayores de 80 años: el 100% de este grupo de edad está ya vacunado con las dos dosis.
– Vacunación a mayores de 70 años: entre los 70 y los 79 años ya se ha vacunado al 93.3% de la población con las dos dosis y al 97.6% con al menos una dosis.
– Vacunación entre 60 y 69 años: el 19,9 % de este grupo ha recibido ya las dos pautas y el 90,3 % ha recibido al menos la primera dosis.
Son sin duda datos alentadores que hacen pensar que la ansiada inmunidad de grupo está cada vez más cerca. Después de varios tropiezos en la estrategia de vacunación, las continuas novedades sobre la vacuna del coronavirus, la falta de consenso inicial sobre la vacuna para mayores de 65 años y algunos retrasos en la distribución, el objetivo de tener al 70 % de la población inmunizada este verano es ya casi una realidad.
Precisamente por este motivo, porque estamos en un momento tan esperanzador, tenemos que mantenernos alerta. Es fácil bajar la guardia cuando las cosas empiezan a mejorar, pero hay que entender que acabar con el proceso de vacunación no es acabar con el virus, sino minimizar sus consecuencias.
¿Cómo cambia la vida tras la vacunación a personas mayores?
La vacuna nos hace un poco más libres, pero solo hasta cierto punto. Estas mejoras exigen responsabilidad y no caer en el error de que, de un día para otro, volveremos a la vida tal como era antes de marzo de 2020.
El papel de los cuidadores de personas mayores es fundamental en este aspecto. Los profesionales de Cuidum se encargan de velar por la seguridad de las personas mayores desde una perspectiva muy amplia. Parte de estos cuidados es hacerles entender que tras la vacuna hay que seguir manteniendo unos protocolos de seguridad e higiene esenciales.
– Las normas establecidas por las autoridades sanitarias siguen siendo las mismas para vacunados y no vacunados.
– La vacunación no implica un relajamiento en estas medidas de seguridad. La vacuna aumenta la resistencia al virus, pero no lo bloquea al 100 %.
– La mascarilla, la ventilación de los espacios cerrados, la distancia de seguridad y la higiene habitual de las manos siguen siendo aspectos imprescindibles para ganarle la batalla al Covid-19.
– Aunque resulte tentadora la idea de volver a reunirse en familia, hay que seguir siendo responsables: evitar los encuentros con muchos miembros a la vez y, preferiblemente, hacer que estos tengan lugar en espacios abiertos.
Desde la posición de cuidador con experiencia resulta más sencillo promover estas pautas que a veces la cercanía y los afectos nos hacen olvidar con facilidad. Recordar las medidas que siguen vigentes y promover el cumplimiento de estas pautas es una parte esencial en el éxito de la vacunación a personas mayores.
Vacuna a mayores: qué no hacer justo después de vacunarse
Tan importante es lo que hacemos después de ser vacunados como lo que no debemos hacer. La experiencia en el proceso de vacunación ha demostrado que existen algunos comportamientos erróneos bastante comunes a la hora de vacunarse. Las instituciones sanitarias de varios países han publicado una serie de guías que permiten a los ciudadanos conocer cuáles son los comportamientos a evitar una vez vacunados:
- Abandonar el centro de salud inmediatamente: como medida de prevención, el paciente debe permanecer al menos 15 min en el centro de vacunación para asegurarse de que no se producen efectos adversos inmediatos. En el caso de personas con alergias específicas, este tiempo debería prolongarse a 30-45 min.
- Entrar en pánico si se produce algún efecto secundario: cualquier vacuna puede producir efectos secundarios como dolor de cabeza o fatiga. Salvo en casos extremos, no hay motivos para asustarse. A la hora de recibir la vacuna se informa siempre de estas posibles reacciones y de cómo afrontarlas.
- Automedicarse: es importante seguir las pautas prescritas por un profesional. En este sentido, el cuidador a domicilio puede ayudar a la persona mayor a recordar cómo es el proceso a seguir para aliviar los síntomas de una posible reacción adversa en lugar de consumir fármacos que no han sido recetados.
- Mantener las rutinas a pesar del malestar: que las reacciones adversas no sean un motivo de preocupación no quiere decir que no haya que tomárselas en serio. Si la persona mayor se siente fatigada, con molestias en el brazo, cefaleas e incluso unas décimas de fiebre, no debe realizar sobreesfuerzos hasta que se haya recuperado por completo. El cuidador deberá controlar de cerca los síntomas ya que, aunque es poco probable, podrían derivar en cuadros graves que sí necesiten un tratamiento médico específico.
- Retrasar la segunda dosis: cada pauta tiene su tiempo para que la vacuna sea 100 % efectiva. También en estos casos el equipo Cuidum permanece atento a las características de la vacuna en mayores para que las personas a su cargo no olviden cuándo deben ponerse la segunda dosis.
- Relajar las medidas de higiene y seguridad: para superar la pandemia hay que mantenerse inflexibles ante el virus. Minimizar el riesgo de contagio implica ser estrictos en el cumplimiento de las medidas que indiquen las autoridades sanitarias.
- Abusar del alcohol: aunque por el momento no hay ningún estudio que evidencie el consumo regular de alcohol con una disminución en la eficacia de las vacunas anticovid, sí que está demostrado que este afecta de forma negativa al sistema inmunitario. Para tener una buena respuesta tras la inoculación de la vacuna es necesario que el sistema inmune funcione a pleno rendimiento.
En Cuidum estamos siempre al corriente de todas las novedades de la vacuna del coronavirus. El objetivo es que nuestros cuidadores dispongan de información actualizada acerca de todos los protocolos a seguir para ofrecer siempre un servicio de atención domiciliaria de alta calidad.
Y vosotros, tras haber recibido la vacuna, ¿seguís las recomendaciones que mencionamos en este artículo?