Conforme nos vamos haciendo mayores, es frecuente que vayan manifestándose en algunas personas ciertos problemas de movilidad, más o menos graves, que dificultan mucho el poder tener un descanso pleno a la hora de dormir o que incluso precisan de ayuda para levantarse de la cama. La artrosis o las enfermedades reumáticas o de tipo esquelético, así como muchos problemas neurológicos como el Párkinson, el Alzhéimer o la demencia, pueden provocar problemas de movimiento en el cuerpo, lo que a la larga solo generará dudas en torno a cómo levantarse de la cama sin esfuerzo o a como acostara a un anciano con movilidad reducida.
La importancia del cuidado domiciliario
Desafortunadamente, cuando los problemas se agravan y se vuelven crónicos, el cuidado domiciliario puede volverse absolutamente imprescindible, y no solo para saber como levantar a una persona que no se puede mover de su cama, sino también para evitar que se desanime o que se termine aislando como consecuencia de la reducción de la autonomía personal.
La buena noticia es que la tecnología cada vez está más al servicio de las personas que lo necesitan, gracias a la existencia, por ejemplo, de camas ortopédicas para personas mayores o personas dependientes, lo que es una gran ayuda tanto para los ancianos como para sus familiares.
Como levantar a una persona mayor sin movilidad
Saber cómo levantar a una persona mayor de la cama o cómo acostar a una persona dependiente, pueden ser dudas muy comunes tanto para familiares como para los cuidadores, y es lógico, puesto que es una tarea muy dura que requiere de energía y de la mejor de las disposiciones posibles.
Lo más importante será, en cualquier caso, que el anciano en cuestión se encuentre siempre lo más cómodo posible, vigilando también la posición adecuada de la cama y la almohada, o que se coloque a la persona mayor de lado, con las piernas dobladas, justo antes de proceder a levantarla. Esto evitará daños mayores en la espalda minimizando el dolor en lo posible, y haciendo que la persona encargada del levantamiento no tenga que ejercer tampoco una maniobra demasiado brusca.
Otra recomendación importante es la de situar una de las manos bajo las caderas y la otra bajo el hombro, por ejemplo, girando al anciano o anciana hacia el familiar encargado o cuidador para que pueda sentarse en el borde de la cama justo antes de terminar de incorporarse lentamente. El acompañamiento posterior será también fundamental, pues pueden ser frecuentes las pérdidas de equilibrio o los mareos cuando uno pasa mucho tiempo acostado en una cama.
No debemos olvidar, sin embargo, y al margen de la buena voluntad, que será fundamental que conozcamos qué tipo de problema es el que causa las dificultades de movilidad y cuál es el nivel de autonomía real de la persona para saber si será necesaria o no la ayuda profesional, o la adquisición de camas para ancianos específicas.
Camas articuladas para personas mayores
Las camas para personas mayores articuladas pueden ser una excelente ayuda para facilitar el movimiento en los ancianos, frenando así su renuncia a la autonomía y favoreciendo el sueño y el descanso a la hora de dormir. Estas camas articuladas, a diferencia de las camas convencionales, se dividen en secciones para que la cabeza y los pies no tengan que estar necesariamente alineados, algo que puede ser contraproducente en casos como el reflujo, el asma o la apnea del sueño.
De esta forma podremos mejorar la calidad de vida de nuestros mayores y conseguir que encuentren una postura cómoda y siempre adaptada a sus necesidades específicas, así como hacer que puedan respirar mejor o ajustar la posición de la cama conforme a su altura o a su peso, algo fundamental en problemas de obesidad, muy comunes también en la vejez.
Si tienes a algún familiar mayor a tu cargo y no sabes cuándo puede ser el momento de comprar una cama articulada, o necesitas más consejos para poder elegir la más adecuada, debes saber que en Cuidum servicios contamos con profesionales capaces de responder a todas tus dudas con la mayor profesionalidad y el cariño posibles.
Nuestros cuidadores están preparados para saber cómo acostar a una persona mayor en la cama o levantarla cuando existan problemas de movilidad, así como para saber qué necesidades o atenciones adicionales pueden necesitarse en función de los problemas de salud que padezca tu ser querido.
El cuidado personalizado y el mantenimiento de una buena calidad de vida deben ser siempre una prioridad cuando hablamos de ancianos, y por eso mismo las camas articuladas para personas dependientes o muy mayores tienen que verse como algo totalmente normal, pensado para cuidar y mejorar el día a día de aquellos que tanto hicieron en su día por nosotros y, cuyo descanso, está más que merecido.