Cuidar de nuestros mayores debería ser algo tan natural como el respeto que se les debe por todo lo que han hecho por nosotros. Sin embargo, cuando se llega a la vejez, muchas personas se encuentran realmente solas por determinados factores, un problema que genera situaciones de miedo, depresión o tristeza fundamentadas en un peligroso aislamiento social.
Las causas del aislamiento social en la soledad
Los factores que influyen son de lo más diversos. Para empezar, se calcula que en España viven solos 1 de cada 6 hombres mayores de 65 años. El problema es aún más acusado con las mujeres, ya que estas presentan una relación de 1 de cada 4 en circunstancias de soledad.
La situación es más preocupante en la ciudad. Los rápidos cambios del entorno urbano traen nuevas formas de vida, desaparición de los vecinos de toda la vida o la lejanía de hijos y familiares con los que poder comunicarse o convivir.
A todo ello hay que sumar los problemas de salud que pueden tener nuestros mayores. La movilidad reducida, por ejemplo, es un impedimento para relacionarse que en muchos casos encierra a las personas en casa sin ninguna solución creando situaciones que llegan a poner en peligro su salud.
Los riesgos del aislamiento
Teniendo en cuenta todo lo anterior, que se generen situaciones problemáticas para los mayores es algo de lo más normal. En muchos casos, el ritmo de vida que impone la sociedad no deja que los familiares pasemos todo el tiempo que querríamos con ellos, algo que acabará desembocando en graves problemas de salud.
No se debe pensar que el aislamiento traerá tan solo tristeza, este problema es la fuente de muchas enfermedades degenerativas. Recientes estudios han demostrado que los niveles de mortalidad ascienden en personas mayores que sienten la soledad como algo cotidiano.
El problema no se detiene aquí. Patologías como la hipertensión, la ansiedad e incluso algunas tan graves como la demencia senil o el Alzheimer son capaces de acelerar su progreso en situaciones de soledad.
El motivo de todo ello es que la falta de relaciones sociales acaba mermando profundamente las capacidades cognitivas de las personas mayores. El no conversar, el sentir que no hay nadie que se preocupe por su situación y el olvidarse del placer de tener una vida social son problemas que deben entenderse como riesgos para la salud física y mental y que han de tenerse muy vigilados.
Un sistema para mejorar la vida de los mayores
Con todo, se puede tener esperanza gracias al desarrollo de un sistema como Triangle. Este nuevo método combina lo mejor de la asistencia tecnológica con un cuidador personal que ayuda a que la persona salga a la calle y se relacione.
La teleasistencia con la que cuenta Triangle es de tipo activo, ya que monitoriza los movimientos y las rutinas para notar si en algún momento hay alguna anomalía, situación que dará la alarma a cuidadores y familiares para que puedan responder rápidamente.
En definitiva, Triangle aleja el fantasma del aislamiento social mitigando los problemas que este causa para que todos disfrutemos de unos mayores que tienen mucho que aportarnos.
Un comentario