Demencias, cuerpos de Levy, Alzheimer o Parkinson son algunas consecuencias de no cuidar del planeta
La contaminación del aire es uno de los problemas de salud pública más importantes y ahora sabemos ademas que puede provocar Alzheimer o Parkinson. Y por si fuera poco a menudo podemos ver en los medios que grandes ciudades españolas se están viendo obligadas a limitar la circulación de vehículos particulares para bajar los niveles de polución. Un escenario poco alentador.
Un estudio de Harvard publicado en Enero de 2015 nos sorprende demostrando la relación que existe entre la contaminación y el riesgo de padecer Alzheimer o Parkinson.
El estudio, publicado en Environmental Health Perspectives, ha recogido datos de hospitalización de personas de mas de 65 años en 50 ciudades estadounidenses de 1999 al año 2010. Los expertos han estudiado la relación entre el aumento de la concentración en el aire de las partículas finas contaminantes y los ingresos hospitalarios con diagnóstico de demencia, Alzheimer o Parkinson.
Se ha demostrado así que el aumento de la presencia de partículas contaminantes en el aire se asocia sistemáticamente al aumento del riesgo de ser hospitalizado a lo largo del año por causa de alguna de estas enfermedades. Concretamente de un 8 % para la demencia o Parkinson y 15% para la enfermedad de Alzheimer.
[bctt tweet=»El aumento de la contaminación del aire se relaciona con el riesgo de padecer Alzheimer o Parkinson»]
No es el primer estudio que refleja datos sobre Alzheimer o Parkinson en esta línea. La Organización mundial de la Salud, en 2014, hizo público un estudio que calculaba en 7 millones el número de muertes prematuras relacionadas con los efectos de la contaminación del aire exterior y doméstico.
Otros demuestran que la contaminación aumenta el riesgo de infarto de miocardio y de accidentes vasculares cerebrales, y lo relaciona con el desarrollo del cáncer.
Otro estudio publicado en marzo de 2015 en el British Medical Journal, sugiere que la contaminación por las partículas finas propiciaría la ansiedad por causas puramente bioquímicas.
El impacto de la contaminación atmosférica en la salud es evidente, pero a falta de estudios epidemiológicos a gran escala, las investigaciones disponibles parecen apuntar que afectan a nuestra salud a todos los niveles, incluyendo las enfermedades neurodegenerativas que afectan a la dependencia de las personas.