Este es el segundo de una serie de tres partes sobre cómo lidiar con el desafío más caro del envejecimiento, los costes de la demencia.
Si usted está cuidando a una persona con demencia, sabemos que es una enfermedad devastadora como pocas. La demencia nos priva de la persona que amamos. Ataca la memoria, la personalidad, el lenguaje y las habilidades físicas. Puede durar años, incluso décadas. Y no tiene cura. Pero los costes de la demencia van más allá del precio personal que se paga.
El coste financiero puede ser grande. Durante los últimos cinco años de vida, el coste promedio de la atención a los pacientes con demencia fue 81% más alta que para las personas sin demencia, según un nuevo estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
El coste está relacionado con los años de cuidado necesario para que una persona reciba los cuidados que necesita para sus actividades de la vida diaria a través del proceso de envejecimiento hasta su muerte.
En la etapa media de la demencia, que dura alrededor de año y medio en promedio, nuestro ser querido tiene problemas para cuidar de sí mismo. Su madre, por ejemplo, podría olvidarse de comer, pasear, o estar en riesgo de daño físico por los descuidos , como dejar la estufa encendida. Su personalidad también puede cambiar: Ella va a estar cada vez más frustrada y enojada con usted y necesita ayuda para reducir su ansiedad.
Su necesidad de atención aumentará y esto puede aumentar el gasto en el núcleo familiar.
Consiga ayuda en el hogar
En las primeras partes de esta etapa, nuestros padres pueden seguir viviendo en su casa, pero necesitarán ayuda asistencial en el domicilio para cocinar, hacer recados y proporcionar atención personal para vestirse o bañarse.
Los cuidadores deben ser entrevistados para averiguar si tienen la formación específica de atención de la demencia, que incluye la creación de rutinas regulares y trabajar con las personas para entender lo que se calma una persona o reduce la ansiedad. Es un enfoque personalizado y diferente para todo el mundo. Empresas como Cuidum garantizan esta labor de selección.
Es una buena idea unirse a un grupo de apoyo local, por la información que puede obtener sobre los recursos locales, expertos, e instalaciones. La Asociación de Alzheimer tiene tablones de anuncios, y reuniones por todo el país.
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Se puede contar con ayuda domiciliaria externa o interna. Pero utilizando este recurso podemos lograr que la persona afectada pueda seguir viviendo en su casa y no necesite ser desarraigada e institucionalizada en un centro.
Los centros de día pueden ser otra opción para algunos casos, incluyendo participación en clases de ejercicios y otras actividades. Estas “guarderías para adultos” tienen sentido para las personas que todavía son capaces de participar socialmente y moverse con facilidad.
Es importante tener un plan de contingencia para emergencias o por si la familia necesita estar lejos.