Con el paso de los años la piel pierde su capacidad de regeneración y tiene mayor dificultad para almacenar la humedad. A consecuencia de ello, las personas mayores tienden a tener la piel más seca y con menor elasticidad.
Durante el otoño y el invierno la piel seca puede provocar erupciones cutáneas, grietas en rodillas y codos, inflamación, picazón severa, eccema (afecciones dermatológicas) e incluso heridas sangrantes, produciendo el riesgo de infecciones bacterianas que son muy peligrosas para los ancianos. Es muy importante prestar especial atención al cuidado de la piel de las personas mayores, ya que se vuelve más delicada cuando llega el mal tiempo.
Importancia del cuidado de la piel madura
Es una realidad que con la edad, la piel se vuelve más frágil. La epidermis, la capa más externa de la piel, pierde su elasticidad y las capas inferiores también comienzan a adelgazarse debido a la disminución en el colágeno y la pérdida del tejido graso. Esto hace que la piel se vuelva más delgada, transparente y débil, siendo más vulnerable a que a través de la misma puedan entrar gérmenes y sufrir infecciones.
La piel de las personas mayores es más proclive a los moratones debido a que, con el tiempo, los vasos sanguíneos se debilitan y el tejido adiposo disminuye, lo que puede provocar hematomas incluso por los golpes o roces más leves. Con la edad, la piel tarda más en curar, ya que las células se regeneran a un ritmo más lento. Esto hace que las lesiones y los moratones se curen más lentamente.
A lo largo de la vida, la exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol puede debilitar la piel. Además, con los años la piel comienza a perder su firmeza. Nuestra piel se mantiene lubricada y suave a través de los aceites naturales que produce nuestro cuerpo. Con la edad, estas glándulas sebáceas comienzan a disminuir en número y fuerza, lo que origina que la piel se vuelva seca y aumente la picazón.
Envejecimiento de la piel:
Recomendaciones para el cuidado de la piel de los mayores en otoño
Para prevenir los problemas más comunes en la piel de las personas mayores, en Cuidum te recomendamos que sigas los siguientes consejos:
Beber mucha agua es imprescindible
El cuerpo debe estar suficientemente hidratado, el agua que bebemos se almacena primero en los órganos y, finalmente, llega a la epidermis. En los ancianos la deshidratación más leve tiene un gran impacto en la salud y en la piel.
Las personas mayores no suelen tener sed, pero es necesario que procuren beber al menos ocho vasos de agua diariamente para mantener hidratada su piel. También pueden beber infusiones, pero sin dejar nunca de beber agua.
Hidratar la piel después del baño
Se recomienda usar siempre un gel de ducha y un champú suave para las personas mayores. Después del baño o la ducha hay que secar muy bien la piel para eliminar el exceso de agua. Inmediatamente después se debe aplicar una loción hidratante. Es importante incidir en las zonas del cuerpo que tienden a secarse con más facilidad, como los codos, las rodillas, los pies y las manos.
A la hora de elegir la loción hidratante se debe optar por productos suaves, que contengan únicamente ingredientes naturales, ya que son los que mejor atrapan la humedad. Comprueba que la crema que uses contenga alguno de estos ingredientes naturales:
• vitamina A
• vitamina E
• aloe
• extracto de pepino
• antioxidantes naturales
Se recomienda optar por crema hidratante para la tercera edad. De no ser posible, se pueden aplicar productos destinados a la piel del bebé, ya que son muy suaves y poco agresivos y, por lo tanto, también son adecuados para la piel de las personas mayores.
Bajar la temperatura del agua
La temperatura del agua extremadamente alta es muy mala para la piel. El agua muy caliente puede destruir los aceites naturales que mantienen la piel hidratada y saludable. Bajar la temperatura del agua unos pocos grados reduce el riesgo de sufrir erupciones cutáneas o de padecer de piel agrietada.
Envejecimiento activo
Aunque las personas mayores no pueden realizar actividades deportivas agotadoras siempre es conveniente hacer algún tipo de ejercicio suave, dar un pequeño paseo al aire libre o, en su defecto, hacer ejercicio en casa. Esto tiene efectos beneficiosos sobre el organismo y sobre la piel.
Usar bálsamo labial
Es muy molesto tener los labios agrietados, además de ser un síntoma de que la piel no está sana. Afortunadamente, un bálsamo labial contiene los ingredientes necesarios para proteger los labios del frío, del aire seco y de la luz solar directa. La manteca de karité y la vaselina son también excelentes opciones para las personas mayores que tienen los labios secos.
Usar protección solar para prevenir las quemaduras
El hecho de que la temperatura exterior sea fría no significa que el sol no pueda dañar la piel. Cuando el aire tiene poca humedad los rayos del sol pueden secar la piel. Por eso es muy importante que las personas mayores se protejan del sol, incluso en otoño e invierno, con el fin de evitar quemaduras solares en la piel. Una persona mayor que pase horas al aire libre debe utilizar protección solar como también proteger su cabeza y cara con un sombrero.
Alimentación saludable
La alimentación es muy importante para el cuidado de la piel. Se recomienda comer alimentos ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes. Entre los alimentos que mejores efectos tienen sobre la piel destacan:
• verduras
• melón
• nueces
• salmón
• aguacate
Usar un humidificador para cuidar tu piel
Se recomienda colocar en el dormitorio o en la habitación principal un humidificador, sobre todo en los climas secos. El humidificador proporciona la humedad necesaria en el aire y evita que la piel se agriete o se seque.
Dejar de fumar
La mayoría de nosotros sabemos que fumar es malo para la salud y puede causar graves enfermedades. Sin embargo, mucha gente ignora que el tabaco también contribuye al envejecimiento prematuro de la piel.
Evitar las saunas y los salones de bronceado
El vapor de la sauna puede causar deshidratación de la piel en los ancianos. Por otra parte, los salones de bronceado tienen los mismos efectos nocivos que los rayos del sol.
Evitar estar mucho tiempo en cama
Permanecer en la misma posición durante demasiado tiempo puede provocar úlceras de decúbito causadas por la presión sobre la piel. Si una persona mayor está postrada en cama y no puede cambiar de posición por sí sola, debe ser trasladada por su familiar o cuidador cada pocas horas.
Revisar diariamente el estado de la piel
Es necesario realizar controles diarios del estado de la piel y comprobar si las manchas o lunares presentan algún tipo de cambio, en cuanto a su tamaño, forma o color. De ser así, se debe consultar con el médico de inmediato. Además se debe examinar la piel y comprobar si presenta hematomas, descamación, irritación, picazón persistente o cualquier otro signo que pueda ser síntoma de alguna patología.