Médicos árabes y cuidadoras suramericanas Si. Cuidadores y cuidadoras extranjeras
Ser atendido por cuidadores y cuidadoras extranjeras o ser recibido por un médico sirio o palestino ya no es extraño en nuestra red asistencial y nos hemos acostumbrado a ello sin problema. Incluso algunos doctores han adquirido renombre en diferentes especialidades y son buscados por los usuarios del sistema nacional de salud.
También se ha convertido en una imagen habitual en los centros de atención primaria la presencia de personas mayores acompañadas por cuidadores y cuidadoras extranjeras, la mayor parte mujeres jóvenes procedentes de países de Sudamérica.
Es obvio que la presencia de extranjeros en nuestra comunidad es totalmente habitual. En España, en el 2006 uno de cada cinco niños nacidos en hospitales públicos fue hijo de madre inmigrante. Esta mezcla de culturas está presente en todos los ámbitos y se hace presente en toda la sociedad. La educación (primaria, secundaria y superior) y por supuesto el mundo laboral, en todos sus sectores, son ejemplo de esta presencia.
El sector del cuidado domiciliario no es diferente y en el no sufrimos ningún problema cultural. No se puede, ni debe, diferenciar a los cuidadores y cuidadoras extranjeras dependiendo de su nacionalidad o religión. Ni relacionar la calidad de los cuidados con sus características diferenciadoras.
La única distinción que cabe para los cuidadores y cuidadoras extranjeras es a partir de su preparación. Nuestro objetivo debe ser: saber si las cuidadoras son profesionales o no lo son.
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En CUIDUM aplicamos diferentes filtros de selección para descartar a las cuidadoras no profesionales y a las personas que utilizan el cuidado de personas como sector refugio. Nuestra experiencia en estos procesos de selección nos ha permitido identificar a grandes profesionales del cuidado, independientemente de su religión o nacionalidad.
Si bien, como decíamos al principio, estamos más familiarizados con cuidadoras latinoamericanas que con cuidadores de otros orígenes, es cada vez mas común ver hombres y mujeres de países de Europa del este o cuidadoras árabes.
Su presencia es una realidad en el mundo del cuidado que queremos reivindicar por su abnegación, entrega y profesionalidad en el desempeño de sus labores como cuidadoras. Profesionales del cuidado con experiencia y referencias validadas en familias donde prestaron servicios con anterioridad.
Como sociedad, en los últimos años hemos superado nuestros prejuicios y muchos hemos encontrado en nuestro médico de cabecera de apellido árabe o latino a un profesional que nos ha ayudado a prevenir y resolver nuestros problemas de salud. Alguien en quien confiamos. Ahora abordamos la asignatura pendiente de integrar a cuidadores y cuidadoras extranjeras de origen árabe o de Europa del este y descubrir todo lo que pueden hacer por nuestras familias.