La reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) marca un cambio significativo en el sector de las empleadas del hogar en España, destacando la importancia del registro de jornada. Este avance busca equiparar a este colectivo con otros sectores laborales en cuanto a derechos y obligaciones relacionadas con el control horario, promoviendo mayor transparencia y protección laboral.
¿Qué es el TJUE y qué establece?
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) es el máximo órgano judicial de la Unión Europea, encargado de garantizar la interpretación y aplicación uniforme de las leyes europeas en todos los Estados miembros.
En su reciente sentencia, el TJUE subraya la importancia de alinear las normativas nacionales con los estándares europeos para proteger los derechos de las trabajadoras, especialmente a aquellas que se dedican al cuidado de personas mayores.
El TJUE destaca que el registro de la jornada laboral no solo es una obligación para los empleadores, sino también una herramienta esencial para garantizar que las trabajadoras puedan reclamar sus derechos de manera efectiva.
Esta medida busca prevenir situaciones de abuso. Además, la obligación de fichar en el trabajo responde a la necesidad de documentar de forma precisa las horas trabajadas y asegurar el cumplimiento de los horarios pactados.
La sentencia del TJUE establece que es obligatorio el registro de jornada, promoviendo la equidad en el entorno laboral y dignificando el empleo en sectores tradicionalmente vulnerables, como el de las empleadas del hogar.
¿Desde cuándo es obligatorio el registro de jornada?
La sentencia establece que el control horario es obligatorio tras su publicación. Sin embargo, se espera que las autoridades competentes establezcan plazos y directrices para garantizar una transición efectiva hacia esta nueva normativa, permitiendo tanto a empleadores como a trabajadoras adaptarse adecuadamente.
El registro de jornada no solo aporta transparencia, sino que también refuerza el cumplimiento de los horarios establecidos en los contratos.
Entre los principales cambios en el registro de la jornada laboral, esta obligación introduce métodos más claros para documentar las horas trabajadas, promoviendo un trato justo y transparente.
Al mismo tiempo que, se refuerzan mecanismos para evitar conflictos relacionados con pagos de horas extras o incumplimientos de horarios establecidos en los contratos.
¿Qué tipos de despido hay?
Tras la decisión del TJUE, los empleadores que contrataban estos servicios no estaban obligados a llevar un registro de las horas trabajadas, lo que daba lugar a situaciones de desprotección laboral.
Este cambio permite que las trabajadoras puedan justificar su jornada en casos de conflictos, como despidos, y reclamar una indemnización por despido improcedente en situaciones injustificadas
Un ejemplo destacado es el caso que llevó al TJUE a intervenir, una empleada del hogar contratada a tiempo completo reclamó su despido, que fue declarado improcedente por los tribunales españoles.
Durante el proceso, la trabajadora tuvo problemas para demostrar las horas trabajadas y el salario que reclamaba.
Es así, como se ve cómo la falta de un registro de jornada laboral puede perjudicar a las trabajadoras en situaciones de despido, y subraya la importancia de esta herramienta para garantizar un trato justo.
Entre los tipos de despidos que pueden afectar a las empleadas del hogar destacan:
Ocurre cuando la terminación de un contrato laboral se basa en motivos discriminatorios o viola derechos fundamentales protegidos por la ley. Ejemplos de esto incluyen despidos relacionados con embarazo, enfermedad grave, o pertenencia a un sindicato.
Este tipo de despido depende de si el empleador puede justificar legalmente las causas que motivan la terminación del contrato. Un despido procedente está respaldado por razones válidas y comprobables, mientras que un despido improcedente ocurre cuando no se pueden demostrar dichas causas, lo que da derecho a la trabajadora a recibir indemnización.
El registro de jornada laboral será un elemento clave para validar o refutar las razones alegadas en casos de despido.
Principales cambios en los derechos de las empleadas de hogar
La implementación del registro de jornada representa un avance importante en los derechos laborales de las empleadas del hogar. Este cambio no solo asegura una mayor transparencia, sino que también refuerza otros aspectos clave de su relación laboral.
- Registro de jornada: Se convierte en una herramienta imprescindible para documentar las horas trabajadas, facilitando la resolución de conflictos.
- Indemnizaciones por despido: Las empleadas ahora cuentan con un marco más sólido para reclamar indemnizaciones justas en caso de despido improcedente.
- Acceso a la seguridad social: El registro asegura que las cotizaciones reflejen las horas reales trabajadas, mejorando su acceso a prestaciones sociales como pensiones y subsidios.
- Condiciones de trabajo: Este cambio fomenta relaciones laborales más equilibradas y respeta los derechos básicos de las trabajadoras.
¿Cómo afecta a las cuidadoras de personas mayores?
El impacto de esta medida es especialmente relevante para las cuidadoras de personas mayores, un grupo que forma parte significativa del colectivo de empleadas del hogar. Estas mujeres, que desempeñan un papel esencial en el cuidado de los mayores, se beneficiarán de una mayor regularización de su actividad laboral.
El registro de jornada garantiza que se respeten sus horarios y condiciones laborales, contribuyendo a una mejora en su calidad de vida. Al mismo tiempo, proporciona a las familias una mayor seguridad jurídica, asegurando que las horas trabajadas se ajusten a lo estipulado en el contrato.
En un sector compuesto mayoritariamente por mujeres cuidadoras, esta medida refuerza la visibilidad y dignidad de su trabajo, promoviendo una relación laboral más justa y equilibrada entre empleadores y trabajadoras.
En Cuidum, nos comprometemos a facilitar este proceso, asegurándonos de que las cuidadoras de personas mayores cuenten con contratos regularizados, acceso a la seguridad social y todos los derechos que merecen. Un entorno laboral equitativo no solo mejora la calidad de vida de las trabajadoras, sino que también asegura un cuidado de calidad para quienes más lo necesitan.