Cuando echas la vista atrás, seguro que te das cuenta de que todos los momentos más felices de tu vida han sido compartidos con otras personas, en mi caso no recuerdo ningún hito importante en mi vida que haya estado solo.
Me juego lo que quieras, que alguno de esos recuerdos, tienen que ver con tus padres, ellos siempre han intentado estar presentes o provocar estos recuerdos, de hecho, si te detienes un momento a pensar en ello, enseguida te das cuenta de lo importante que es su compañía.
Seguramente te angustie pensar que están más solos de lo que deben, que hacen esfuerzos que no son recomendables a partir de cierta edad e incluso sientas la culpa de quién quiere pasar más tiempo con ellos pero desgraciadamente, el ajetreado ritmo laboral y familiar no lo permiten.
En este momento, te has preguntado qué opciones existen, has indagado, consultado con amigos y familiares. Habrás escuchado todo tipo de consejos, recomendaciones e incluso advertencias, dando lugar a más tipo de dudas que solo empeoran la situación.
Está claro, que tienes que tomar una decisión, ¿cuál de todas ellas, es la más acertada? Comienzas entonces la búsqueda de “la relación perfecta” como se habló en el anterior artículo.
“La búsqueda de la relación perfecta” es crear entre la familia, la persona a cuidar y la cuidadora una relación de confianza, de afinidad y de amistad. Así pues, nos ponemos manos a la obra para encontrar a la persona adecuada antes de dar el paso y decidir quién se encargará del cuidado.
Piensa por un momento cuando conociste a tu pareja o cuando conoces a nuevas personas, la primera impresión es importante en todos los sentidos. Somos humanos, y aunque esté demostrado que prejuzgar a alguien no es útil en el ochenta por ciento de los casos, está en nuestra naturaleza, lo hacemos y lo haremos. Te pasa a ti y nos pasa a todos.
¿Cómo es la búsqueda previa a la entrevista donde formar la primera impresión?
En este contexto de nada sirve el dicho popular que asegura que cuando menos buscas algo, más encuentras. Encontrar a la persona adecuada es un trabajo complejo, algo tan importante como el cuidado de una madre o de un padre no podemos delegarlo a cualquiera.
A base de práctica, y más práctica, en Cuidum nos hemos especializado en crear vínculos que perduren en el tiempo y para ello utilizamos diferentes técnicas y metodologías. Buscamos a una persona que tenga la experiencia necesaria y que además nos deslumbre con su vocación.
Nos tomamos el tiempo para hablar con las familias donde han trabajado con anterioridad, tal y como lo harías tú, hay mucho en juego y no podemos dejar nada al azar.
Es evidente que nos confíes la búsqueda, ya que si no tienes el tiempo que quieres y necesitas para acompañar en esta nueva etapa a tus padres, cómo vas a contactar con decenas y cientos de personas como hacemos en Cuidum. Sí, son muchas personas, para llegar a encontrar a la persona en quién confiar a tu ser querido hemos tenido que contactar con cientos de candidatas.
Y llega la hora de la verdad, la primera impresión
Seguro que te asaltan muchas dudas y cuestiones. ¿Cómo será la persona que Cuidum envíe? ¿Encajará o no en el ambiente familiar? ¿Se llevarán bien?
No sabría decirte quién sufre más nervios una vez llega el momento de la verdad. La cuidadora busca una nueva oportunidad, la familia a su salvadora y nosotros ayudar a ambos, a la familia y a la cuidadora.
Siempre es recomendable dejar a un lado los prejuicios que nos puedan surgir y que nos dificultan conocer bien a la candidata o al candidato, para ello, debemos de escuchar, preguntar y recibirla como se merece, con hospitalidad y amabilidad. Ten en cuenta que la persona a la que entrevistes estará más nerviosa de lo habitual, pregúntale por su experiencia con personas mayores y háblale sobre la persona a cuidar si no puede estar presente.
Una vez tengas claro quién es la persona idónea, ten en cuenta que si te ha gustado y dada la actual demanda, hay probabilidades que alguna persona de su círculo más cercano le haya recomendado para más trabajos o vea otra oferta que le llame la atención. Entramos en “el momento de la conquista”, en el cual entran en juego varios factores.
¿Cuáles consideráis más relevantes?
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