Los datos están aún lejos de parecerse a los de antes de que comenzara la vacunación, pero no dejan de resultar preocupantes. La quinta ola covid ha encontrado una brecha para colarse en las residencias de mayores y el número de afectados y fallecidos ha llegado a triplicarse en algunas comunidades autónomas en apenas una semana. ¿Vuelve a ser preocupante la incidencia del covid en personas mayores?
Covid en residencias geriátricas: así está siendo la quinta hora del coronavirus
Un total de 1.712 contagios y 50 fallecidos. Son las cifras presentadas por el IMSERSO en relación a la incidencia del covid en residencias geriátricas durante el pasado mes de julio. Datos que revelan que se están alcanzando cifras muy similares a las de la tercera ola y que obligan a poner el foco de atención nuevamente en las personas de edad avanzada y en las residencias de mayores.
Hasta hace algunos meses, la vacunación había demostrado ser una estupenda manera de bloquear el covid en residencias geriátricas. Pero lo que para muchos era la panacea ha demostrado tener sus lagunas. La aparición de nuevas cepas, la relajación de las medidas de seguridad y una posible pérdida de inmunidad con el paso del tiempo son algunas de las causas que se barajan para explicar por qué la quinta ola del coronavirus ha logrado colarse nuevamente en las residencias.
Nueva ola covid en residencias: ¿una situación de retroceso?
La situación es preocupante pero, dentro de la gravedad, contenida. A pesar de que la quinta ola covid ha entrado en las residencias geriátricas, no lo ha hecho con la misma virulencia que en episodios anteriores.
Los contagios han aumentado notablemente entre las personas mayores institucionalizadas después de unos meses de gran estabilidad. Incluso en algunos de estos centros se han llegado a producir brotes que han superado el medio centenar de afectados entre residentes, trabajadores y alumnos en prácticas.
Aunque sí se han registrado fallecimientos de mayores como consecuencia de la enfermedad, por el momento en la nueva ola covid no han vuelto a dispararse las muertes y las hospitalizaciones entre esta población, como sí está sucediendo en otros grupos de edad. Con todo, la situación actual es una confirmación de que no hay que bajar la guardia.
¿Sigue siendo tan peligroso el covid en personas mayores?
Todos habíamos depositado una gran confianza en la vacuna y, para muchos, el hecho de que la incidencia del covid en las residencias haya vuelto a aumentar puede resultar desalentador. Sin embargo, no hay que desanimarse tan rápido.
Es cierto: la quinta ola del covid es ya una realidad presente en las residencias geriátricas. Pero hay muchos matices que tener en cuenta en esta nueva relación entre covid y personas mayores. Aunque las circunstancias actuales revelen que la vacuna no es exactamente una barrera infranqueable frente al covid, por el momento sigue siendo la forma más efectiva de evitar que un eventual contagio derive en hospitalización y, en el peor de los casos, en fallecimiento.
Según un estudio desarrollado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), la vacunación ha conseguido reducir hasta un 97 % las muertes de ancianos en residencias y hasta en un 71 % la infección por coronavirus.
Secuelas covid en personas mayores
La decisión de vacunar primero a los mayores no fue algo casual. Tanto al comienzo de la pandemia como en la actualidad, las personas de edad avanzada siguen siendo el grupo de población más vulnerable frente al virus.
El riesgo de padecer patologías severas asociadas al covid aumenta con la edad y las secuelas de la enfermedad, cuando no conducen a un final trágico, pueden mermar considerablemente la calidad de vida del paciente:
- Dificultades respiratorias y falta de aire
- Dolores de cabeza recurrentes
- Fatiga y cansancio
- Problemas para conciliar el sueño y descansar
- Dolores musculares y articulares…
En el caso del covid y las personas mayores hay que destacar además el factor psicológico. Este tipo de secuelas afectan incluso a aquellas personas que no han padecido la enfermedad pero que sí han sido ‘infectadas’ por el miedo, el aislamiento y la soledad. La afectación emocional y psicológica de la pandemia en las personas mayores se traduce en una sobrecarga de sentimientos negativos que termina afectando a los ritmos biológicos y, en consecuencia, a su salud en general.
¿Será necesaria una tercera dosis de vacuna covid?
La irrupción de la quinta ola del coronavirus en las residencias no solo complica la situación en esta fórmula asistencial sino que plantea algunas dudas. ¿Cuánto dura la inmunidad de las personas que ya han sido inoculadas? ¿Son realmente efectivas las vacunas frente a las nuevas cepas? ¿Habrá que vacunarse cada año?
Estas incógnitas abren las puertas a un nuevo escenario que cada vez parece más probable: la tercera dosis de vacuna covid. Un refuerzo que, en caso de confirmarse necesario, seguramente empezaría a aplicarse en personas de edad avanzada y personas de riesgo.
La OMS ha pedido retrasar una eventual tercera dosis hasta que al menos el 10 % de la población de todos los países esté vacunada. Sin embargo, las autoridades sanitarias de varias comunidades autónomas españolas empiezan a estudiar la posibilidad de proceder a este refuerzo para limitar la incidencia del covid en residencias. Por el momento, hacen falta más evidencias científicas que respalden la idoneidad de proceder con una tercera dosis que garantice una mayor inmunidad frente a una nueva ola covid.
La importancia de los cuidados domiciliarios en la nueva ola covid
Ante esta situación desfavorable, las regiones más afectadas han empezado a reactivar medidas de contención más duras como la limitación de las visitas o el uso obligatorio de las mascarillas. Estas medidas, aunque efectivas, nos devuelven a los peores momentos de la pandemia en las residencias de mayores.
Regresa la incertidumbre, el miedo al contagio y la imposibilidad de tener contacto con familiares y amigos tanto como sería deseable. Frente a estas circunstancias, la asistencia domiciliaria se consolida una vez más como la alternativa más beneficiosa para todas las partes implicadas.
Teniendo en cuenta que incluso los mayores vacunados son susceptibles de contagio, la posibilidad de recibir cuidados en casa sigue siendo la opción más segura. Mayor control, asistencia personalizada y un entorno mucho más cómodo y acogedor son solo algunos de los aspectos por los que un gran porcentaje de personas mayores prefieren ser atendidas en sus propios hogares y sentirse más cerca de los suyos.
Soluciones Cuidum frente a la quinta ola covid
Desde el comienzo de la pandemia, en Cuidum hemos priorizado la seguridad de mayores, cuidadores y familiares. Durante esta quinta ola del coronavirus no solo mantenemos las medidas de higiene y protección que han supuesto un éxito en la contención de los contagios sino que las hemos reforzado.
La vacunación ha supuesto en muchos casos un cambio de actitud que no se corresponde con la realidad. Si bien es cierto que se han reducido los riesgos, el virus sigue presente. No hay que desestimar su potencial: la mejor manera de luchar contra él es la prevención.
Nuestros cuidadores tienen la formación y la experiencia necesarias para garantizar que estos cuidados domiciliarios cumplen con todos los protocolos de seguridad. La protección es parte esencial de la labor que desempeña a diario nuestro equipo de profesionales para garantizar el bienestar de tu familiar mayor desde todas las perspectivas.