» Prefiero una cita o una cata de vinos a jugar al bingo » Nuevo paradigma en el envejecimiento
Hay una cafetería de Chicago que fácilmente podría ser confundida con un Starbucks grande, pero es mucho más que eso, está sirviendo como centro de la comunidad de mayores, con docenas de clases sobre temas como arreglos florales, historia egipcia y seguridad digital. Seguro que si preguntáramos a uno de sus usuarios nos respondería: – ¿Bingo? Paso. Prefiero una cita o una cata de vinos.
Para atraer a los baby boomers muchos centros comunitarios para personas de la tercera edad están actualizándose. Los centros de mayores en los Estados Unidos están ofreciendo cada vez más desde gimnasios hasta sesiones de citas, catas de vino o grupos de apoyo de Apple.
Muchos también están cambiando sus nombres para que puedan ser vistos más allá de lugares para jugar al bingo. Un centro para personas de la tercera edad en Minnesota, se ha convertido en el “125 Live”, que acaba de abrirse en un elegante edificio modernista con una cocina didáctica, una gran piscina, un estudio de cerámica y un gimnasio. Otros tienen clases de yoga, Pilates y Zumba, incluso club de motos.
«Tenemos que alejarnos de las comidas calientes y del bingo», dice Jim Firman, director ejecutivo del Consejo Nacional sobre el Envejecimiento. «Así que hay estamos viviendo una gran cantidad de innovación y es muy emocionante. Los rezagados se pondrán al día o se irán.”
Este movimiento se ha inspirado en el libro más vendido de Robert Putnam, «Bowling Alone: The Collapse y Revival of American Community». Donde Habla sobre cómo la salud y la felicidad de la gente estaban disminuyendo junto con una disminución del sentido de la comunidad
Así que los cafés se están consolidando como una forma de conectarse con otros. Un punto de encuentro donde aprender, mantenerse activo y evitar estar solo.
Los cafés están dando una respuesta holística al envejecimiento. Las clases, dirigidas a adultos mayores de 50 años, incluyen bienestar, aprendizaje permanente, fitness y entretenimiento. También hay programas como yoga o comer bien, para las personas que no pueden asistir impartidos a través de internet. Las clases innovadoras se dedican a temas más audaces como la identidad sexual y la realidad virtual. Los honorarios son solo donativos.
Ayudan a las personas a mantenerse activas para que puedan envejecer con éxito y conectarse con otras personas.