El calor no afecta a las personas mayores si son previsoras. En este artículo entenderás la importancia prevenir los efectos del calor en las personas de más edad.
El envejecimiento a menudo causa una disminución en la sensibilidad de los receptores a nivel térmico. Esto explica el hecho de que las personas mayores tengan menos sensibilidad, habilidad y capacidad de reacción ante los estímulos de las altas temperaturas (calor y frío), ya que son más vulnerables a los efectos del calor que, además, pueden complicarse con sus enfermedades y provocar graves problemas.
Por ese motivo, las personas mayores deben ser extremadamente prudentes para prevenir los efectos de las temperaturas excesivas.
CALOR EXTREMO
Durante los meses de verano el calor extremo es muy peligroso para todos. Las autoridades sanitarias recomiendan aumentar la vigilancia especialmente entre las personas mayores así como las que sufren enfermedades crónicas o toman medicamentos de forma habitual.
El calor extremo puede provocar temperaturas altas, tanto durante el día como durante la noche. Los síntomas más frecuentes del calor excesivo son los siguientes: deshidratación, calambres, inflamación, fatiga, confusión y repentinos golpes de calor.
CONSEJOS:
Para prevenir los problemas que causa el calor en las personas mayores, se recomienda seguir los siguientes consejos:
• Beber mucha agua para mantener el cuerpo hidratado
• Evitar las comidas pesadas y comer mucha fruta y verdura
• Intentar estar en un sitio fresco o con aire acondicionado
• Tomar una ducha o un baño diariamente y, si no es posible, refrescar la piel varias veces al día con una toalla mojada.
RECOMENDACIONES:
Cuando el calor es excesivo resulta imprescindible una protección adicional para protegerse de él. En el caso de las personas mayores, se recomienda especialmente:
• Tomar bebidas frías, especialmente agua, antes de sentir sed para reducir el riesgo de sufrir deshidratación. Muchas personas mayores no sienten sed, lo que no implica que tengan riesgo de deshidratarse. Beber agua con frecuencia (aún sin tener sed) evitará este problema.
• Planificar las actividades al aire libre en las horas en que haga menos calor (al amanecer y al anochecer)
• Evitar hacer ejercicio o correr durante las horas de más calor, ya que se puede correr el riesgo de sufrir un golpe de calor o problemas más graves.
• Usar ropa de colores claros y tela transpirable (algodón, lino) y llevar la ropa suelta, ya que la ropa ajustada provoca una mayor transpiración y sensación de calor.
• No dejar nunca a una persona en un vehículo cerrado ni expuesta directamente a la luz del sol.
• Se aconseja pasar las horas más calurosas en un lugar fresco, como la sombra de un árbol, una piscina o una habitación con aire acondicionado.
• Tomar comidas ligeras.
• Durante el día se recomienda cerrar las ventanas y bajar las persianas para evitar que entre el calor en las habitaciones.
• Evitar la exposición directa al sol. Cubrir la cabeza con un sombrero o colocarse bajo una sombrilla cuando estamos en la playa o el campo.
• Es recomendable controlar las alertas de calor que comunican los informativos y prevenir los efectos bebiendo mucha agua y permaneciendo en un lugar fresco durante los días de calor excesivo.
2 comentarios
Tengo 80 años y el calor m afecta de manera excesiva pero no cuando era más joven, x ejemplo con 60 que lo llevaba muy bien. Tengo que decir que mi salud es perfecta.
Hola, la sensación de calor en ancianos puede variar en función de diversos factores. Lo importante es que sigas las recomendaciones que te proponemos en el artículo. Un saludo y muchas gracias por comentar