Las situaciones de angustia, estrés e inestabilidad a menudo se reflejan en una merma de la calidad del sueño. Estas dificultades para dormir bien durante el confinamiento sin interrupciones durante la noche se dan con bastante más frecuencia entre las personas de la tercera edad, sobre todo en un escenario de incertidumbre como el que estamos viviendo. Afortunadamente existen técnicas para recuperar la normalidad en la medida de lo posible y disfrutar de un descanso saludable en los ancianos.
¿Por qué el confinamiento afecta la calidad del sueño en ancianos?
El sueño es el mecanismo por el que los tejidos de nuestro organismo, tanto a nivel cerebral como físico, se regeneran. Es la condición necesaria para garantizar un óptimo rendimiento de nuestro cuerpo y nuestra mente a lo largo del día y su efectividad se basa en tres aspectos:
- Duración: Según los expertos, deberíamos dormir entre 7 y 8 horas diarias.
- Continuidad: Las interrupciones en el sueño hacen que sus propiedades reparadoras sean mucho menos efectivas.
- Profundidad: Si el sueño no es lo suficientemente profundo hay más riesgo de discontinuidad y, por lo tanto, de que se pierda calidad en el descanso.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que a lo largo del día, estamos expuestos a múltiples factores que pueden afectar el dormir bien durante el confinamiento. Las personas mayores tienen por lo general más problemas a la hora de conciliar el sueño. Esta circunstancia se ha agravado durante la pandemia como consecuencia de:
- La incertidumbre que provoca esta situación.
- La vulnerabilidad frente a la enfermedad a la que están expuestos.
- El estrés y la angustia generados por el miedo al contagio.
- La sobreexposición a noticias poco alentadoras en referencia a la pandemia.
- La soledad y el distanciamiento social de los seres queridos.
- La desesperanza y la apatía.
- Los cambios en la dieta o en las rutinas diarias.
10 Consejos para dormir bien durante el confinamiento
Aunque no solemos percatarnos de ello, nuestro organismo funciona con la precisión de un reloj. A medida que vamos asumiendo hábitos y rutinas nuestro cuerpo y nuestra mente se van acomodando a ese esquema invisible que marca el avance de la jornada. ¿Qué sucede cuando una situación inesperada como el estado de alarma trastoca de la noche a la mañana todos esos planes? Que necesitamos un período de transición hacia un nuevo concepto de lo cotidiano.
En las personas mayores este proceso puede resultar algo más complicado. Los adultos mayores presentan una menor predisposición a la hora de establecer cambios en sus rutinas y es por ello que durante esta etapa necesitan una ayuda extra por parte de familiares, cuidadores y cuidadoras, sobre todos aquellos que pernoctan en el domicilio de la persona a su cargo.
Los consejos que te proporcionamos en esta lista son los mismos que emplean las cuidadoras nocturnas de Cuidum. Un servicio de atención domiciliaria en horario nocturno orientado a velar por la tranquilidad de tus seres queridos durante las vigilias y garantizarles un descanso de calidad todas las noches.
- Levantarse y acostarse todos los días a la misma hora.
- Promover las actitudes y mensajes positivos en relación al confinamiento: es una situación temporal, todo va a solucionarse, no debemos preocuparnos, en casa estamos seguros.
- Salir de la cama, asearse y vestirse como si se fuera a salir a la calle. Permanecer el pijama supone un trastorno para nuestro reloj interno.
- Respetar los horarios de la comida y ser rigurosos con la dieta, sobre todo durante la cena.
- Estar expuestos a la luz natural el mayor tiempo posible (ventanas abiertas, pasar tiempo en el balcón, mantener las estancias bien iluminadas durante el día).
- Dedicar tiempo a la actividad física. Puede ser a una determinada hora del día o repartida varias veces a lo largo de la jornada en sesiones más breves.
- Concentrar la mayor actividad en las horas de la mañana e ir reduciendo el ritmo a medida que avanza el día. Te compartimos varios consejos para pasar junto a los mayores.
- Evitar la actividad física a partir de las 6 de la tarde.
- No utilizar en la cama móviles, tabletas u otros dispositivos que emitan luz.
- Limitar el consumo de televisión en horas nocturnas y cambiar esta rutina por una actividad más relajante: escuchar música, audiolibros, programas de radio no dedicados a la información, entre otros.
¿Cuáles son las consecuencias de la pérdida del sueño en los mayores?
Todos experimentamos en mayor o menor medida esos cambios asociados al confinamiento, solo que en el caso de las personas mayores, estas alteraciones suelen tener repercusiones más negativas. Existen numerosas alternativas con las que completar esos espacios que se han quedado vacíos en la planificación de cada día. Pero las personas mayores tienen ciertas limitaciones que podrían comprometer el éxito de esta modificación en las rutinas.
Uno de los principales aspectos en los que se ve reflejada esta dificultad de adaptación a las nuevas circunstancias es en la pérdida de tiempo y calidad del sueño. Las consecuencias son manifiestas a varios niveles:
- Alteración del estado de ánimo
- Limitaciones en las capacidades cognitivas (memoria, aprendizaje, atención, concentración)
- Inquietud
- Irritabilidad
- Frustración
- Cefaleas
- Desregulación metabólica
- Mayor riesgo de caídas o accidentes
- Problemas cardiovasculares
- Afectaciones en la salud mental
Cualquier alteración o trastorno del sueño que marca el avance de nuestra jornada supone un desequilibrio entre las horas de descanso y las de actividad. No obstante, los cambios de horario y de rutinas tienen una mayor incidencia en las personas de edad avanzada y es a ellas a quienes debemos mostrar mayor atención durante el confinamiento. Los servicios de jornada nocturna y de cuidados internos que ofrecemos en Cuidum son el apoyo que tus familiares mayores necesitan para sentirse más seguros en sus casas y disfrutar de los beneficios de un descanso reconfortante.