La apnea del sueño es un trastorno potencialmente peligroso, sobre todo en la tercera edad, cuando las consecuencias se agravan. Dado que el cansancio crónico y el insomnio interfieren con las actividades cotidianas del adulto mayor, y puesto que la apnea puede ocasionar otras patologías como insuficiencia cardíaca, hipertensión, cardiopatía isquémica e ictus, es vital que sea detectado a tiempo.
Si los cuidadores del anciano observan ronquidos, jadeos o resoplidos fuertes, es necesario acudir a una consulta médica con el fin de realizar las pruebas para detectar o descartar la apnea, y en caso de detección, iniciar un tratamiento eficaz para aliviar los síntomas.
¿Qué es la apnea del sueño y por qué se produce?
El síndrome de apnea del sueño es un trastorno caracterizada por la obstrucción de las vías respiratorias superiores, que impide la adecuada oxigenación de la sangre. Esto sucede porque los músculos destinados al control de la lengua y del paladar se estrechan, bloqueando la vía respiratoria. Esta anomalía causa ronquidos, así como dificultades para respirar.
Algunos factores incrementan el riesgo de sufrir este tipo de trastorno. Son causas de la apnea del sueño:
- Un cuello con 43 centímetros o más de circunferencia en los hombres, y con 41 centímetros o más en las mujeres.
- Maxilar inferior más corto con respecto al maxilar superior.
- Amígdalas y adenoides grandes, que tienden a obstruir la vía respiratoria.
- Lengua grande que al relajarse se retrae y bloquea el canal respiratorio.
- Obesidad. La grasa se acumula en las estructuras del cuello, en las mejillas y base de la lengua, lo que crea un estrechamiento de los canales donde circula el aire.
- Ciertas morfologías del paladar y de las vías respiratorias.
Se estima que cerca del veinte por ciento de las personas mayores registran este tipo de trastorno.
Tipos de apnea del sueño
Este trastorno, que consiste en ciclos donde la respiración se interrumpe y recomienza, se manifiesta de distintas formas. Se conocen tres tipos:
Apnea obstructiva del sueño
Suele ser la forma más común, y ocurre cuando los músculos de la garganta se encuentran relajados durante el sueño. Cerca del ochenta por ciento de los casos pertenecen a esta clasificación.
Apnea central del sueño
Ocurre cuando los músculos que controlan la respiración no reciben las señales correctas por parte del cerebro. Estos casos se presentan en menor cuantía, y su causa puede tener relación con un accidente cerebrovascular, tumor cerebral, o enfermedad respiratoria crónica. A veces, este tipo de apnea pasa inadvertido, debido a que las personas que la padecen no roncan.
Síndrome de apnea del sueño compleja
Se manifiesta con menor frecuencia. Se trata de una combinación de los dos tipos de apnea del sueño previamente descritos.
Síntomas de la apnea del sueño
Entre los síntomas y signos de la apnea del sueño más comunes se pueden mencionar los siguientes:
- Ronquidos sonoros.
- Jadeos mientras el paciente duerme.
- El cuidador observa episodios en los que la persona mayor deja de respirar mientras duerme.
- Somnolencia.
- Sensación de boca seca al despertar.
- Cefaleas durante el día
- Irritabilidad.
- Cansancio.
- Patrones de ronquidos interrumpidos por largos períodos mientras la respiración se detiene, o períodos de silencio seguidos por fuertes resoplidos y jadeos mientras el paciente trata de respirar.
Consecuencias de la apnea del sueño
La dificultad respiratoria durante el sueño está asociada al aumento de patologías como ictus cerebral o el riesgo de padecer de enfermedades coronarias. Puesto que durante el sueño se dan episodios de falta de oxigenación, esta condición afecta a los órganos vitales, aumentando la probabilidad de un infarto. Otras complicaciones de la apnea del sueño son:
- Agotamiento físico: los signos de sensación de sueño, de irritabilidad o malhumor se repiten a lo largo del día, debido a los despertares sufridos durante la noche. El individuo tiene dificultades para concentrarse y es propenso a sufrir accidentes.
- Cefalea y mareos: además de no sentirse descansados por la mañana, el paciente sufre de dolores de cabeza intensos y mareos durante el día.
- Diabetes de tipo 2: las personas que padecen este trastorno son más proclives a desarrollar resistencia a la insulina.
- Hipertensión y otros problemas cardíacos: durante la apnea del sueño descienden los niveles de oxígeno en el torrente sanguíneo. Esto ocasiona aumento de la presión arterial y genera una sobrecarga para el sistema cardiovascular. Este trastorno puede ser el causante de muerte por apnea obstructiva del sueño cuando el paciente sufre de cardiopatía.
- Problemas hepáticos: los individuos que padecen esta condición son más proclives a manifestar señales de cirrosis.
- Complicaciones farmacológicas y relacionadas con cirugías: al estar sedadas y en posición boca arriba, las personas serán susceptibles de sufrir complicaciones, puesto que son propensas a problemas respiratorios.
- Depresión: las interrupciones del descanso nocturno hacen que las sustancias del sistema nervioso que regulan el sueño, la vigilia y el estado de ánimo se alteren, por lo que causan efectos negativos en la psique.
Diagnóstico de la apnea del sueño
- Realizar una buena historia clínica: Es muy importante una buena anamnesis al paciente y a su compañero de cama si lo hubiera. Además existen algunas patologías que se asocian con frecuencia a este trastorno como la hipertensión arterial y la obesidad.
- Polisomnografía nocturna: Se requiere de estancia de una noche en un centro sanitario, donde se colocan electrodos en diferentes zonas del cuerpo y se obtiene un registro de la existencia de apneas, número, duración de las mismas y si han tenido repercusión en la actividad de diversos órganos como corazón, pulmones y cerebro.
- Prueba del sueño en casa: Son pruebas simplificadas que miden la frecuencia cardíaca, niveles de oxígeno y patrones de respiración.
¿Cuál es el tratamiento de la apnea del sueño?
En lo que respecta al tratamiento de la apnea del sueño de intensidad leve o moderada, es importante destacar que se aplican enfoques conductuales como:
- Bajar de peso.
- Eliminar sustancias como la nicotina, el alcohol, los antihistamínicos y los somníferos.
Para los casos leves se puede emplear una férula mientras se duerme. La férula se elabora a la medida y sirve para aumentar la zona faríngea. Dado que la mortalidad cardiovascular es una de las consecuencias de la apnea severa en personas ancianas, el tratamiento a través de un dispositivo CPAP (Dispositivo de Presión Positiva Continua) está indicado para estos casos. El dispositivo consta de una máquina que proporciona aire de forma continua gracias a una mascarilla. La máscara envía aire a presión para reabrir las paredes de las vías respiratorias, evitando así los colapsos.
La cirugía es una alternativa que se emplea para corregir problemas estructurales de las vías respiratorias, retirar tejido extra en la garganta, extirpar amígdalas y adenoides, o crear un orificio en la tráquea.
Además del tratamiento, Cuidum te recomienda seguir varias pautas, con el objetivo de generar condiciones que mejoren el entorno para minimizar el impacto de este síndrome:
- Ejercicio físico: bien por la mañana, o a primeras horas de la tarde, una caminata al aire libre con duración de 30 minutos es altamente beneficioso para el paciente.
- Rutinas a la hora de dormir: es necesario que el cuidador implemente hábitos del sueño que favorezcan al anciano. Entre ellos se encuentran limitar la siesta a 30 minutos, unos veinte minutos después de la comida, mantener una luz tenue en las adyacencias de la habitación en la que el paciente duerme, evitar o restringir el consumo de cafeína, y evitar la ingesta de líquidos antes del descanso. La hora del descanso debe ser regular.
- Hacer que la persona mayor duerma de costado, para favorecer la posición de lengua y tejidos blandos de la garganta.
- Mantener la temperatura de la habitación entre 18 y 21 grados centígrados.
- El cuidador evitará que se realicen actividades estimulantes antes de ir a dormir.
Dado que la persona mayor con apnea experimenta somnolencia durante el día, es necesario que su familiar o cuidador vigile sus movimientos para evitar caídas y otros tipos de accidentes.